Digestión de la lactosa: ventajas del yogur y leches fermentadas.

¿Qué es la lactosa?

La lactosa es un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y una molécula de galactosa. Para su digestión se precisa la presencia de lactasa, enzima presente en el borde del cepillo de las vellosidades intestinales.

El ser humano es el único mamífero que mantiene la capacidad de digerir lactosa más allá del período de destete. Aproximadamente, la mitad de la población adulta ha perdido la capacidad de digerir la lactosa, de modo que la deficiencia de lactasa es la enzimopatía más frecuentemente observada en la raza humana.

Ausencia de lactasa

En ausencia de lactasa, la lactosa no es digerida y alcanza el colon, donde es fermentada por la flora bacteriana, con la consiguiente producción de ácidos grasos de cadena corta, como el lactato, acetato, propionato y butirato, los cuales por efecto osmótico inducen la secreción de agua y electrolitos. Por otro lado, se producen también metano, hidrógeno y CO2. Estas alteraciones son responsables de la conocida clínica de diarrea explosiva y distensión abdominal desencadenada por la ingesta de lácteos, que se denomina en general “intolerancia la lactosa”.

Estudios sobre las ventajas del yogur en la digestión de la lactosa

La intolerancia a la lactosa afecta a un porcentaje elevado de la población española. Estudios clásicos demuestran que durante el proceso de fermentación del yogur, se produce la hidrólisis de entre el 20 y el 30% de lactosa a sus monosacáridos componentes. A pesar de que en el proceso de elaboración se incorporan sólidos lácteos que incluyen lactosa, debido a la fermentación láctica el resultado es en general una menor cantidad de lactosa presente en el yogur que en la leche de partida.

Asimismo, existen estudios que demuestran que las bacterias que producen la fermentación del yogur expresan lactasa funcionante, lo que teóricamente podría contribuir a la mejor digestibilidad del yogur respecto de la leche en individuos intolerantes.

La European Food Safety Agency publicó un documento sobre el efecto del yogur en la mejora de la digestibilidad de la lactosa. Identificaron 14 estudios en humanos, de los cuales 13 observaron una mejora de la digestión de la lactosa contenida en el yogur, en individuos que presentaban mala digestión de la lactosa. El único estudio que no mostró tal efecto, observó una reducción de los síntomas.

Evidencia

• El yogur contiene menos cantidad de lactosa que la leche y las bacterias que lo fermentan expresan lactasa funcionante.
• El yogur fresco administrado a pacientes con intolerancia a la lactosa disminuye los niveles de hidrógeno en aire espirado tras sobrecarga con lactosa.
• La ingesta de yogur mejora la digestión de la lactosa y los síntomas de intolerancia a la lactosa, en individuos con mala digestión de la misma.

Recomendaciones

• Se recomienda la ingesta de yogur para mejorar la digestión de lactosa, en individuos con mala digestión de la misma.

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