Las recetas de tartas de queso son como los propios quesos, hay cientos de fórmulas y formas de elaborarlas y todas están buenísimas. En esta receta te hacemos una propuesta con base de galleta y topping de fresas especialmente pensada para personas que viven solas o en casas donde el dulce no triunfa, pero también ideales para una comida familiar o con amigos en la que quieras hacer una presentación diferente de postre, de forma individual. Tiene al menos 2 ventajas, no tendrás que cortar la tarta y en caso de que alguien no llegue al postre, podrás guardarlo en la nevera para otro momento del día.
La receta de Tarta de queso individual es muy fácil de hacer y no te llevará más de 25 minutos. Eso sí, te aconsejamos que la prepares horas antes de disfrutarla para que el frío haga su trabajo y tu Tarta de queso individual tenga la textura perfecta. Con las cantidades propuestas, te saldrán tartas suficientes para 4 personas, aunque todo depende del tamaño de tus tarros. Sigue los pasos, ¡No te perderás!
Empezaremos por preparar la mermelada de fresas. Ponemos las fresas ya limpias, sin la parte verde y troceadas, el azúcar y el zumo de limón en un un cazo a fuego lento y removemos continuamente hasta que la fruta se deshaga.
Debemos cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos. Si vemos que se queda muy pastoso, podremos añadir un poco de agua.
Una vez terminada la mermelada, la colamos y reservamos para que enfríe bien.
Derretimos la Mantequilla Especial Repostería Central Lechera Asturiana y mientras, machacamos bien las galletas y las mezclamos con el azúcar moreno y el pellizco de sal.
Añadimos la mantequilla a las galletas machacadas y las mezclamos bien hasta lograr una pasta con la que cubriremos el fondo de un tarro y lo meteremos en la nevera mientras continuamos con la elaboración del resto de la tarta de queso individual.
En un bol muy frío, empezamos a montar la Nata para montar Central Lechera Asturiana. Cuando adquiera un poco de consistencia, añadimos la mitad del azúcar glas, el extracto de vainilla y la mitad del queso de untar.
Seguimos montando la mezcla poco a poco y añadimos el resto del azúcar y del queso de untar hasta que obtengamos una pasta cremosa.
Sacamos el tarro de cristal de la nevera y añadimos la crema de queso y nata hasta llenar el recipiente al 85% de su capacidad. El resto lo completaremos con la mermelada de fresas.
Volver a guardar en la nevera y mantener bien frío hasta 5 minutos antes de comer. ¡Arriba esa cuchara!
Si quieres mejorar la presentación de tu Tarta de queso individual, decórala con trozos de fresas y una hojita de menta o hierbabuena.
Si tienes tiempo, prepara la pasta de galletas un poco antes y déjala dentro del tarro de la tarta en la nevera durante al menos media hora, antes de montar la tarta. Así te asegurarás una textura supercrujiente que contrastará con la crema de queso. ¡Irresistible!