Las sopas son platos súper reconfortantes para los días de frío y un fantástico entrante. Son ligeras, deliciosas y podemos hacer combinaciones infinitas para no tener que repetir receta.
Esta sopa de verduras con especias es perfecta como primer plato o incluso como plato único de una cena ligera. Es muy fácil de preparar y una fórmula ideal para incrementar la ingesta de agua e incorporar más vegetales a tu dieta. Y es que en una comida saludable se recomienda que la mitad de lo que comas sean verduras, frutas u hortalizas.
Las especias son una muy buena fórmula de sazonar tus platos y darles un toque distinto cada vez y a la vez, reducir el consumo de sal u otros aderezos menos saludables. En esta receta te proponemos una mezcla de hierbas aromáticas y especias que darán a tu plato un toque oriental delicioso.
Si quieres descubrir nuevas recetas fáciles de sopas, en el blog de recetas de Central Lechera Asturiana tienes platos como sopa de almejas, sopa de zanahoria. Incluso dispones de receta de sopa fría de pepino, perfecta para el verano.
Lo primero que haremos será lavar bien el puerro. Para ello realizaremos 2 cortes longitudinales para dividir la parte verde en 4 secciones iguales y poder limpiar bien las hojas bajo el chorro de agua fría.
Cuando ya esté bien limpio, cortamos el puerro en láminas finas y el ajo en brunoise mientras ponemos una sartén al fuego con un chorrito de aceite, el suficiente para cubrir el fondo.
Vertemos las verduras en la sartén y rehogamos a fuego suave durante unos minutos. Añadimos luego las especias y la sal.
Cortamos los tomates en dados pequeños y los añadimos a la sartén para rehogarlos con las demás verduras un par de minutos.
A continuación, incorporamos el caldo de verduras, el calabacín cortado en bastoncitos de unos 5 centímetros de largo y dejamos que hierva.
Es el momento de que agreguemos la Nata ligera para cocinar Central Lechera Asturiana y dejemos cocinar otros 5 minutos. Ya sólo queda emplatar y darle el último toque al plato con un poco de cilantro fresco. ¡A la mesa!
Añade un trocito de centro de jamón o un esqueleto de pollo a tu sopa y deja que se cocine más tiempo, ¡ya verás que buena!
Si tienes jengibre fresco, simplemente tienes que rallar la raíz para incorporarlo a tu sopa.