El pollo es la carne más consumida del mundo. Es bajo en grasa y aporta proteína de alto valor nutricional. Gracias a estas características y a su precio asequible está presente en los menús de la mayoría de familias. Asado, guisado o salteado, rara es la semana que no se consume pollo en los hogares españoles.
A la hora de buscar recetas con pollo es difícil no caer en los típicos filetes o pechugas a la plancha. Por eso es necesario tener un buen repertorio de recetas al que acudir para no aburrir a nuestros paladares.
Las recetas de pollo en salsa te ayudarán a salir de la rutina. Las salsas son una buena idea para darle una vuelta de tuerca a tus recetas más manidas. Para llevar una alimentación equilibrada es importante que acompañes el pollo con salsas ligeras y saludables. Las salsas elaboradas con vegetales siempre son una buena alternativa.
Nosotros te proponemos esta sabrosa y sencilla receta de pollo con salsa de pimientos para que sorprendas a tus comensales. La carne de pollo es muy versátil y combina bien con casi cualquier ingrediente. Esta receta rompe un poco con la rutina, pero utilizando ingredientes que están presentes en las despensas de toda cocina: pimiento, cebolla, ajo, leche… ¡Atrévete a probar algo diferente y verás como triunfas!
Antes de empezar a preparar esta receta de pollo en salsa de pimientos ponemos el horno a precalentar a 200º.
En primer lugar, troceamos las pechugas de pollo en dados cuadrados, no muy grandes.
A continuación, picamos el ajo, la cebolla y los pimientos bien finitos.
¿Cómo hacer la salsa de pimientos? Primero utilizamos una fuente de barro u otro material apto para horno y fuego.
Engrasamos el recipiente con mantequilla y lo ponemos al fuego.
Rehogamos el ajo, los pimientos y la cebolla durante 5 minutos a fuego medio hasta que la cebolla adquiera un tono transparente.
Después, salpimentamos la carne a nuestro gusto y la añadimos a la cazuela.
Introducimos el recipiente con cuidado en el horno y dejamos que se cocine durante 30 minutos.
Cuando el pollo esté cocinado, retiramos la cazuela del horno y reservamos la carne en otro recipiente.
A continuación, trituramos la salsa con la ayuda de una batidora de mano.
Ponemos la cazuela al fuego y añadimos la Leche Suprema Central Lechera Asturiana.
Poco a poco vamos diluyendo la harina mientras cocemos la salsa de pimientos para dotarla de espesor. Tenemos que hacerlo con cuidado para evitar que se formen grumos.
Cuando la salsa del pollo tenga la textura adecuada, volvemos a introducir el pollo en el recipiente, corregimos de sal y pimienta y cocemos durante 5 minutos más.
Finalmente, dejamos que repose durante unos minutos antes de servir y a disfrutar de tu pollo en salsa tradicional de pimientos. ¡Seguro que dejarás a tus comensales con la boca abierta!
No laves el pollo antes de cocinarlo. Se trata de una práctica bastante extendida para eliminar las bacterias de la carne, pero realmente se consigue el efecto contrario. Lo mejor para eliminar las bacterias es cocinar el pollo superando la temperatura de seguridad: 74º.
Aunque no lo hayas lavado, seca el pollo bien antes de cocinarlo para asegurarte de que queda tierno y dorado por fuera. Si tiene mucha humedad no se cocinará correctamente.
Cuando cocinamos pechuga de pollo con pimientos o recetas de filetes de pollo en salsa siempre tenemos miedo a que la carne quede muy seca. Para evitar que esto ocurra, golpéala con un martillo de cocina o con un rodillo para romper el tejido. Así se cocinará de forma más uniforme.
También puedes sustituir las pechugas de pollo por contramuslos. Esta carne es más jugosa y absorbe mejor los sabores de la salsa. El único problema es que deberás deshuesar las piezas antes de cocinarlas.
Asegúrate de eliminar bien las pepitas de los pimientos para que no aporten un sabor amargo. Retira también la parte blanca del interior.
También puedes utilizar pimientos del piquillo para elaborar la salsa. Es ese caso, no sería necesario pocharlos con la cebolla y el ajo.
Añade cayena y comino a la salsa para darle un sabor más intenso. Puedes experimentar con diferentes especias y hierbas aromáticas hasta dar con tu combinación preferida: romero, pimienta, albahaca...