El pollo al horno es un plato súper fácil de preparar pero que luce como la más elaborada de las recetas. ¿Quieres sorprender? Prepara esta receta de pollo asado al limón con verduritas y manzana y pon sobre tu mesa un plato de espectáculo para toda la familia. Esta es una receta muy completa por la aportación de todos los grupos de nutrientes esenciales, pero a la vez, muy saludable, ya que el pollo es una carne magra y las patatas y las verduras son el complemento ideal. Por eso, es importante no escatimar en verduras, tu salud te lo agradecerá.
Esta receta es muy sencilla, sólo hay que tener en cuenta los diferentes puntos de cocción del pollo y las verduras para evitar que éstas se quemen.
Además, en un plato perfecto para acompañarlo de una ensalada. Prueba con una ensalada asturiana o una ensalada de aguacate. Puedes añadirle los ingredientes que quieras, ¡combinarán a la perfección con este rico pollo al horno!
Para elaborar este pollo asado con limón y verduritas, lo primero será lavar bien el pollo y asegurarnos de que no tiene restos de plumas.
A continuación, salpimentamos bien el pollo por dentro y por fuera.
¡Vamos con el relleno! Para ello, cortamos medio limón en rodajas, un diente de ajo en cuatro trozos, la manzana previamente lavada en gajos y mezclamos todo.
Es el momento de rellenar del pollo haciéndole hueco para que quepan bien todos los ingredientes. Si vemos que el relleno puede caerse cuando demos la vuelta al pollo, podemos cerrarlo con un palillo.
¡Ahora que el pollo está relleno, vamos con el exterior! Picamos muy finamente el otro diente de ajo y lo mezclamos con la mantequilla, para hacer una pasta ligera que dejaremos templar ligeramente para poder manipularla.
Después, untamos con esta pasta el pollo, con ayuda de un pincel.
Precalentamos el horno a 200ºC durante 10 minutos e introducimos el pollo solo, pero en una fuente de horno de cristal lo suficientemente amplia para añadirle luego el resto de las verduras.
Mientras el pollo se asa, cortamos las verduras dejando más finas aquellas con tiempos de cocción más prolongadas. Para ello, pelamos y laminamos las patatas (en rodajas de 2 centímetros de grosor), las zanahorias (a lo largo en bastoncitos), las cebollas (en cuartos) y los champiñones (a la mitad). Salpimentamos y reservamos.
Cuando el pollo haya asado durante unos 30 minutos, abrimos el horno, sacamos la fuente con cuidado de no quemarnos y damos la vuelta al pollo, que ya debe estar tostado por la parte de arriba.
La grasa del pollo y la mantequilla deberían haberse fundido y cubrir la fuente de cristal. Si no es así, añadimos un chorrito de aceite de oliva distribuimos alrededor del pollo las verduras y la patata, rociamos con el zumo del limón que nos haya sobrado y removemos las verduras.
Devolvemos la fuente al horno y dejamos cocinar durante al menos 40 minutos más. Es importante vigilar que la fuente no se quede sin líquido para evitar que las verduras se quemen, pero en caso de que así sea, podemos añadir un poco de agua.
Pasado el tiempo de cocción o durante la misma, si vemos que el pollo está muy tostado, según la intensidad de tu horno, podemos darle la vuelta de nuevo y esperar un poco o retirarlo. Para ello, es necesario que comprobemos si se pincha bien con un cuchillo largo.
Una vez bien asado, es el momento de disfrutar de este platazo. Para emplatar, es mejor que retiremos el relleno, que solo tiene como función darle sabor y aroma. Trinchamos el pollo y servimos a cada comensal un trozo de pollo con una ración de verduritas. ¡Buen provecho!
Recuerda comprar el pollo limpio, sin vísceras. Si lo compras con ellas, debes retirarlas lo antes posible para que el pollo no se contamine.
Puedes añadir un poco de vino blanco a la fuente del horno si ves que tu fuente se seca y además de asegurar la hidratación de tus verduras le dará un aroma espectacular.
