El pollo al chilindrón es una de esas recetas tradicionales que siempre triunfan. Un plato asequible, sencillo y apto para toda la familia. Si todavía no has probado a hacerlo en casa, esta es tu oportunidad de conquistar el paladar de quien más quieres.
Esta receta ya es popular en toda España pero tiene su origen en la zona de Aragón, desde donde se ha extendido como plato tradicional a las provincias y comunidades limítrofes, como Navarra o La Rioja. ¿Conoces su origen? La tradición oral revela que la receta de pollo al chilindrón toma su nombre de un juego de cartas popular en Aragón, el chilindrón. El ganador de la partida decidía quién debía pagar la comida; es decir, el chilindrón.
Aunque la receta más popular es el pollo al chilindrón, también puedes prepararla con otras carnes, como el conejo o el cordero.
Ponemos una sartén grande al fuego con un buen chorro de aceite de oliva que cubra el fondo.
Añadimos dos dientes de ajo pelados. Dejamos que se doren ligeramente por todos los lados y los retiramos inmediatamente del aceite. Debemos tener cuidado de que no se quemen.
Con el fuego alto, colocamos los trozos de pollo en la sartén y dejamos que se frían. Tendremos que darles la vuelta hasta que estén bien dorados por sus dos caras y salar ligeramente. Luego retiramos la sartén del fuego y reservamos.
En una olla grande con un chorro de aceite de oliva, pochamos la cebolla y los otros dos dientes de ajo bien picados a fuego medio. Podemos aprovechar el aceite de freír el pollo, le dará más sabor.
Picamos los pimientos en tiras y los añadimos al sofrito hasta que se pochen bien a fuego medio y con la cazuela tapada.
Cuando los pimientos empiecen a ablandar, picamos el jamón en dados y se lo añadimos al sofrito. Repetimos el proceso con los tomates, cortados en dados. Dejamos sofreír la mezcla durante unos 5 o 10 minutos más.
Ha llegado el momento de incorporar el pollo y regarlo todo con el vino blanco. Dejaremos que se cueza todo junto de 5 a 10 minutos más, removiendo la olla para mezclar bien todos los ingredientes y evitar que se peguen al fondo.
Deja reducir la salsa unos minutos y rectifica de sal si es necesario. Retira la olla del fuego. ¡Tu pollo al chilindrón está listo!
Si quieres hacer una salsa más gordita, puedes rebozar ligeramente los trozos de pollo en harina antes de freír. En ese caso, es mejor que no reutilices el aceite después de freírlo y que añadas una taza de caldo cuando agregues el vino.
Si te gustan las hierbas aromáticas, puedes añadir al final una pizca de romero o de tomillo. ¡Te va a encantar!