¡Aprende a prepararlo!
La leche frita es uno de los postres por excelencia del norte de España y muy típica de épocas como Carnaval. Una receta tradicional que se prepara en un abrir y cerrar de ojos con muy pocos ingredientes que todos tenemos por casa, como en antaño.
Además de todos los nutrientes que aporta, la leche frita es un plato casero perfecto para cualquier ocasión y, sin duda, uno de los preferidos de los más pequeños. ¿Te animas a probar esta receta? ¡Repetirás!
El primer paso de esta receta de leche frita es calentar en un cazo 300 ml de Leche Entera Central Lechera Asturiana.
Añadimos la piel de naranja, la de limón y la rama de canela.
Cuando hierva, dejamos infusionar durante 15 minutos.
Mientras tenemos el cazo al fuego, batimos las yemas de huevo junto al azúcar en un bol.
En otro bol, mezclamos los 100 ml de leche restantes con la maicena.
Mezclamos ambas elaboraciones con las varillas hasta conseguir una mezcla homogénea.
A continuación, colamos y vertemos la infusión del cazo sobre la mezcla que acabamos de preparar y revolvemos bien.
Después, llevamos la mezcla a un cazo a fuego lento hasta que espese.
Cuando haya espesado, volcamos la mezcla en un molde y dejamos que se solidifique.
Una vez se haya solidificado, colocamos la masa sobre un tapete de silicona con harina y tamizamos un poco más sobre ella.
Antes de freír la masa, la cortamos en pequeños cuadrados y los pasamos por huevo.
Freímos los cuadrados de masa poco a poco, evitando que se peguen unos con otros en la sartén.
Antes de servir nuestro postre de leche frita, rebozamos los cuadrados en canela y azúcar. ¡Todos a la mesa!
Puedes comerla fría, templada o caliente. ¡Está buenísima de todas las maneras!
Si quieres darle un toque diferente, prueba a intercambiar el azúcar por azúcar moreno. Le da un toque muy especial.
¿Y si la acompañas de una bola de helado? De vainilla, de chocolate, de nata o de frutas. ¡Encuentra tu combinación favorita!