La piperrada es un acompañante típico de las cocinas vascas, aragonesas y riojanas. El nombre piperrada proviene del occitano gascón, en el cual pipèr significa pimiento. Este plato suele ser una guarnición típica de carnes y pescados o, como en nuestro caso, puede ser un plato principal al añadirle un par de huevos en la cazuela.
Es un plato sencillo de preparar, delicioso y… ¡muy sano! Es perfecto para cualquier época del año, aunque recomendamos tomarlo en verano, que es cuando los protagonistas de este plato, los tomates y los pimientos, están de temporada.
Empezamos cortando la cebolla en juliana. Para ello, le quitamos el tallo, la pelamos y la cortamos a la mitad.
Colocamos la cebolla por su lado plano en una tabla y vamos haciendo cortes longitudinales de aproximadamente medio centímetro.
Colocamos una sartén mediana al fuego, para que coja temperatura, y vertemos una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Cuando el aceite esté caliente, añadimos la cebolla y removemos de vez en cuando para que no se nos queme.
A continuación, le quitamos el pedúnculo al tomate, lo cortamos en cuartos y, a la vez, en dados más pequeños.
Cuando la cebolla esté ligeramente dorada y transparente, añadimos el tomate a la sartén, bajamos a fuego medio y salpimentamos al gusto.
Mientras el tomate y la cebolla se hacen en la sartén vamos limpiando y cortando los pimientos. Le quitamos las pepitas cortándolos por la parte del rabo y retiramos la parte blanca.
Después, colocamos los pimientos en una tabla boca abajo, por donde hemos hecho el corte anterior, y los cortamos en cuartos.
Colocamos cada cuarto con el interior hacia arriba y cortamos en tiras largas.
Añadimos los pimientos a la sartén y subimos a fuego fuerte. Removemos de vez en cuando para que no se nos queme.
Cuando el pimiento empiece a tomar color bajamos a un fuego medio.
¡Es el momento de añadir los huevos! Cascamos dos huevos medianos y los echamos directamente a la sartén y cuando se empiecen a cuajar los salpimentamos al gusto.
Cuando estén cuajados, apagamos el fuego y retiramos nuestra sartén.
Finalmente, cortamos el perejil y se lo añadimos por encima. ¡Ya podemos disfrutar de un plato sabroso y saludable!
Puedes presentar este plato directamente en la sartén y que cada uno se sirva directamente. ¡Una forma perfecta de compartir un plato en buena compañía!
Elige la variedad de pimiento que más te guste: verde, italiano, morrón, piquillo…
Si quieres subir un poco la intensidad de este plato, prueba a echar unas gotas de tabasco o una cucharadita de sriracha cuando añadas los tomates.
