Las galletas de jengibre son un dulce tradicional navideño. Sin embargo, debido a su sencilla elaboración y su riquísimo resultado, podemos ponernos manos a la obra en cualquier estación del año.
Con aromas y matices a jengibre y canela, estas galletas se convierten en las ideales para acompañar con el café o el té. Su sabor suave y dulce encajan a la perfección con este tipo de momentos.
Seguro que si piensas en galletas de jengibre, te viene a la mente, de forma casi automática, la típica forma de muñeco. La realidad es que se le puede dar la forma que uno quiera. Si no sabes qué hacer con los pequeños de la casa, elaborar y decorar estas galletas es un gran plan.
¡Sigue leyendo para descubrir la receta completa!
Lo primero que debemos hacer es preparar la mantequilla en punto pomada. Para ello, cortamos la Mantequilla Dorada en pequeños trozos y los colocamos sobre un plato o bol.
Introducimos el bol, con los trozos de la mantequilla, en el microondas durante 20 segundos. El tiempo necesario como para que se derrita la mitad de la mantequilla.
Transcurrido ese tiempo, sacamos el bol del microondas y ayudándonos de un tenedor, batimos la mantequilla durante unos minutos. El objetivo es conseguir una masa entre sólida y líquida. La textura debe parecerse a una crema cosmética, de ahí su nombre.
Una vez hayamos conseguido la textura deseada, reservamos la mantequilla a temperatura ambiente.
Mientras tanto, tamizamos la harina. Para ello, cogemos el colador y vertemos sobre él la harina. Damos pequeños golpes al colador, permitiendo que la harina traspase sobre él y caiga sobre un bol, eliminando todos los grumos.
Posteriormente, añadimos el azúcar moreno, el bicarbonato, la canela, el jengibre y una pizca de sal a la harina previamente tamizada. Mezclamos todos los ingredientes y reservamos.
En un plato o bol, batimos un huevo. Una vez batido, añadimos el huevo, junto a la mantequilla en punto pomada (textura cremosa), a la mezcla anterior.
Mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Cuando vaya cogiendo consistencia, amasamos con las manos durante 7-8 minutos.
Tras amasar durante 7-8 minutos, hacemos una bola con la masa y la cubrimos con papel film. Posteriormente, la colocamos sobre un plato y la dejamos reposar durante una hora en el frigorífico.
Transcurrido este tiempo, saca la masa del frigorífico y retira el papel film. Espolvorea un poco de harina sobre una superficie lisa y coloca la masa sobre ella. Ayudándote de un rodillo, estira la masa hasta que tenga medio centímetro de grosor.
Una vez obtenido el grosor deseado, es hora de darle forma a nuestras galletas. Ayudándonos de un cuchillo o punzón de galletas, podemos crear nuestras propias formas. También podemos utilizar algún molde y elaborar las galletas con formas ya establecidas.
Cubrimos la bandeja de horno con papel vegetal y colocamos las galletas sobre ella. Precalentamos el horno a 180ºC.
Cuando el horno esté caliente, introducimos la bandeja y horneamos las galletas durante 15-20 minutos.
Transcurrido ese tiempo, sacamos la bandeja con las galletas del horno y las dejamos enfriar. ¡A disfrutar!
El éxito de esta receta se debe a uno de sus ingredientes estrella, la Mantequilla Dorada Especial para Repostería. Un producto elaborado siguiendo la receta tradicional con ingredientes 100% naturales, sin aditivos artificiales: mantequilla y colorante natural para darle un acabado dorado perfecto en todas tus recetas. Porque de la mejor leche Central Lechera Asturiana, procedente de ganaderías familiares sostenibles de Asturias, sólo podemos obtener la mantequilla más auténtica, natural y nutritiva, un imprescindible en tu cocina. ¡Notarás la diferencia!
Las galletas tienen un gran sabor a jengibre y canela. Sin embargo, también puedes verter sobre ellas un poco de chocolate o azúcar glas, a modo de decoración o con el objetivo de intensificar su sabor.