¡Aprende a prepararlo!
¿Alguna vez has probado a hacer galletas? Es uno de los platos de repostería más fáciles de hacer y agradecidos porque sin necesidad de ser un gran experto en la cocina, lograrás un fantástico resultado, y un sabor difícil de superar por cualquier alternativa procesada. Por eso son ideales para cocinar con niños e implicarles así en una tarea doméstica fácil y con una gran recompensa.
Aquí te hacemos proponemos una receta irresistible y sencillísima de hacer, Galletas crujientes de almendra con chocolate. ¿A que ya te apetece probarlas? Sigue con atención los pasos de la receta y en solo media hora estarás saboreando esta delicia. Las galletas crujientes de almendra con chocolate son estupendas para merendar dentro o fuera de casa, para desayunar y, en general, a cualquier hora que apetezca un dulce. ¡No te la pierdas!
Ponemos un cazo pequeño al fuego con la nata y añadimos la harina, la almendra y la ralladura de naranja.
Con el fuego bajo, mezclamos todos los ingredientes para integrarlos bien. Añadimos el azúcar glas y, sin dejar de remover, dejamos que la mezcla se caliente bien.
Retiramos el cazo del fuego y dejamos que se temple un poco antes de hacer las galletas. Mientras, podemos ir precalentando el horno, a 180 grados.
Cubre la bandeja del horno con papel de hornear o vegetal. Ve tomando porciones de masa de las galletas con una cuchara sopera y colócalas sobre el papel formando montoncitos bien separados entre sí.
Introducimos la bandeja en el horno a 180 grados y dejamos que las galletas se horneen durante 10 minutos. ¡Ya no queda nada!
Retiramos la bandeja del horno y con cuidado de no quemarnos, colocamos las galletas a enfriar sobre una rejilla. ¡Es hora de ir preparando la cobertura de chocolate! ¡Mmm!
Para la cobertura, ponemos un cazo al fuego con intensidad baja y vertemos dentro el chocolate especial para fundir y la mantequilla. Lo calentamos todo sin dejar de remover hasta conseguir una crema de chocolate untuosa.
Con ayuda de un pincel de cocina, pintaremos una de las caras de cada una de las galletas, hasta cubrirlas bien. Esperamos a que sequen y servimos en una fuente de forma redonda, formando un círculo. ¡A disfrutar!
Las galletas crujientes de almendra con chocolate son sabrosísimas y perfectas, pero admiten algunos cambios. Por ejemplo, puedes probar a sustituir la almendra por avellana picada y darles un sabor a crema de cacao clásica que te sorprenderá.
Las galletas crujientes de almendra con chocolate son una delicia solas, pero... ¿Has probado a servirlas con una bola de helado de vainilla? ¡Ya estás tardando!