¿Listo para disfrutar de una espuma rica y fresquita? Si nunca has probado una espuma, ¡esta te sorprenderá! No solo por lo rica que está, sino porque normalmente asociamos la espuma a un plato complicado de elaborar y… ¡Para nada! Lo harás en un abrir y cerrar de ojos.
Las espumas pueden elaborarse con un montón de ingredientes diferentes. En este caso, vamos a elaborar una espuma de fresones, una fruta con un montón de propiedades: contiene potasio, magnesio, vitamina K y tiene un gran poder antioxidante.
¿Te animas a prepararla? ¡Manos a la obra!
Comenzamos lavando los fresones.
Después, los pasamos por la batidora.
Añadimos el zumo de un limón y la corteza rallada del otro limón que nos queda a este puré.
A continuación, incorporamos la leche condensada y la nata montada (podemos utilizar la cómoda Nata en Spray Central Lechera Asturiana).
Repartimos la espuma en copas o cuencos individuales.
Una vez listos nuestros cuentos, los introducimos en el frigorífico durante varias horas para que la espuma se enfríe y tome mayor consistencia.
¡Hora de adornar nuestros cuencos! Podemos añadir unos fresones, barquillos y fideos de colores.
¡Todo listo! Sírvela bien fresquita y a disfrutar.
¿Ganas de probar una espuma con otras frutas? Elige las de temporada. ¡Siempre acertarás!
Utiliza tus decoraciones favoritas. ¿Quizás chocolate o almendras caramelizadas? Prueba hasta dar con tu topping preferido.
¿Te sobra espuma y quieres guardarla? Puedes guardarla en el congelador y tomarla en otro momento como un helado. ¡Delicioso!