Las embarazadas pueden comer queso
Durante el embarazo, es común que surjan dudas sobre la seguridad y beneficios de ciertos alimentos. Uno de los alimentos que genera interrogantes es el queso fresco. Muchas se preguntan si las embarazadas pueden comer queso y, en particular, queso fresco en el embarazo. El queso, siendo un alimento delicioso y nutritivo dentro de los productos lácteos, es esencial para cubrir las mayores ingestas dietéticas de calcio recomendadas para mujeres embarazadas y lactantes. Sigue leyendo para conocer los detalles de consumir queso en el embarazo.
El queso es un alimento delicioso y nutritivo dentro de los productos lácteos, con una recomendación de consumo en la población general que varía en base a su porcentaje graso. Así, dentro de la recomendación general de consumir de 2 a 4 raciones de lácteos al día, la ración de queso será distinta en base a si el queso es fresco, con un menor porcentaje de grasas (1 ración equivale a 125 g de queso fresco), o si el queso es semicurado-curado, con mayor porcentaje graso (1 ración equivale a 40-60 g de queso semicurado).
Dado que las ingestas dietéticas recomendadas de calcio en las mujeres embarazadas y lactantes son mayores respecto a la población adulta general (1200 mg/día para gestantes adultas vs. 800-1000 mg/día de calcio para población adulta general), es esencial consumir lácteos diariamente, por lo tanto, sí se puede comer queso durante el embarazo, ya que el calcio presente en los mismos es de alta biodisponibilidad; es decir, se absorbe mejor que el calcio presente en otros alimentos.
Una porción de queso fresco (125 g), en concreto, aporta aproximadamente 250-300 mg de calcio. Una porción de queso semicurado-curado (40-60 g), puede brindar alrededor de 300-400 mg de calcio, dependiendo de la variedad de queso. Es por esto por lo que el queso es una importante fuente de calcio, un mineral clave durante el embarazo, entre otros motivos para asegurar una densidad ósea adecuada del feto. La respuesta es sí, las embarazadas pueden comer queso, con algunas precauciones que deben tomarse para garantizar que el consumo de queso sea seguro durante el embarazo.
Consejos para consumir queso de forma segura durante el embarazo
Aunque sí que se puede comer queso en el embarazo, es vital seguir ciertas recomendaciones asociadas a su consumo durante esta etapa ya que no todos los quesos son seguros para las embarazadas. Algunos quesos elaborados con leche cruda (que no ha sido sometida a tratamiento térmico), podrían contener bacterias como la Listeria monocytogenes, causante de la listeriosis, una infección rara pero grave y 20 veces más común en mujeres embarazadas que en la población general, asociada a diversas complicaciones.
Para disfrutar del queso sin riesgos durante el embarazo, es importante seguir algunas pautas:
- Se puede consumir queso en el embarazo siempre y cuando este sea pasteurizado, es decir, fabricado con lácteos que han pasado por un proceso de pasteurización: para ello es importante revisar que en el etiquetado se indique en la lista de ingredientes que la leche sea pasteurizada, y no cruda.
- Los quesos de pasta blanda como el Camembert, Brie, quesos azules, feta y quesos frescos, al tener un mayor grado de humedad que los quesos curados (cuanto mayor es el grado de humedad, más probable es la proliferación de bacterias), han sido tradicionalmente desaconsejados para las mujeres embarazadas. Sin embargo, si son elaborados a partir de leche pasteurizada, pueden consumirse sin ningún problema durante el embarazo.
- El menor contenido en humedad en los quesos con un alto grado de curación como el Manchego o el Parmesano hace que sea menos probable que puedan crecer microorganismos. Sin embargo, por precaución, es mejor consumir quesos pasteurizados si estás embarazada.
Consumir queso fresco durante el embarazo
Los quesos frescos en el embarazo, como la mozzarella o el queso tipo Burgos pueden consumirse sin problema, siempre y cuando, como ya hemos mencionado, se indique en la lista de ingredientes que la leche a partir de la cual ha sido elaborado el mismo sea pasteurizada y no cruda. El queso fresco durante el embarazo no solo es seguro, sino que, elaborado a partir de leche pasteurizada, aporta diversos nutrientes fundamentales durante el embarazo, como el calcio o las proteínas, con un contenido graso menor al de los quesos curados.
Por lo tanto, los quesos que no pueden comer las embarazadas son los quesos elaborados con leche cruda, debido al riesgo de contaminación bacteriana. Es crucial revisar las etiquetas de ingredientes y métodos de preparación para asegurarse de que los quesos estén hechos con leche pasteurizada y sean seguros para el consumo durante el embarazo.
En conclusión, se puede comer queso en el embarazo, siempre y cuando se tomen las precauciones adecuadas para garantizar la seguridad del consumo. Los quesos pasteurizados para las embarazadas son la opción más segura, ya que el proceso de pasteurización elimina posibles bacterias dañinas como la Listeria. Se puede consumir el queso fresco en el embarazo, siempre que esté elaborado con leche pasteurizada, es una excelente fuente de nutrientes esenciales como el calcio y las proteínas, necesarios para la salud tanto de la madre como del feto. Por lo tanto, disfrutar de quesos pasteurizados durante el embarazo no solo es seguro, sino también beneficioso para cumplir con los requerimientos nutricionales aumentados en esta etapa.
En Central Lechera Asturiana ofrecemos una amplia gama de quesos (incluido el queso fresco) que son seguros para las embarazadas. Todos nuestros quesos están hechos a partir de leche pasteurizada, excepto los quesos artesanos de la gama Maestro Quesero con denominación de origen protegida: Casín D.O.P., Cabrales D.O.P. y Gamonéu D.O.P., que son elaborados a partir de leche cruda, y por lo tanto, estos quesos no se pueden consumir durante el embarazo.