Asturias, 19 de julio de 2021.
Sea cual sea la época del año, entre nuestros buenos propósitos no puede faltar una alimentación saludable y equilibrada. Y sin lugar a duda, el queso, además de sabroso y versátil en la cocina, es perfecto como fuente de nutrientes para nuestro organismo.
El calcio es uno de los minerales más importantes para el cuerpo humano y precisamente el queso es uno de los alimentos con mayor concentración. Este mineral ayuda a mantener los dientes y los huesos sanos, pero también es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
El queso es un alimento rico en vitaminas A y D, que ayudan al cuerpo a absorber el calcio y a mantener los huesos y los dientes sanos. También es rico en vitaminas del grupo B, entre las que destaca la B12, la B9 (ácido fólico), la B1 (tiamina) o la B2 (riboflavina).
El queso contiene proteínas de alto valor biológico, que son las responsables de mantener la adecuada masa corporal, un índice que varía entre hombres y mujeres, en función de la edad. A mayor curación del queso, cuanto más tiempo envejece, más elevado será este valor biológico.
Desde Inlac (organización Interprofesional láctea) han lanzado recientemente la campaña de divulgación Quesea para promocionar los quesos de origen nacional, y toda su riqueza y valores.
Una dieta equilibrada debe incluir 2-3 raciones de lácteos al día en niños y adultos, y 3-4 raciones de lácteos al día en colectivos con necesidades adicionales, como la adolescencia, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ancianos o deportistas. Una ración de leche equivaldría a 200-250 mililitros (una taza o vaso), mientras que la ración de yogur serían 250 gramos (2 yogures). Respecto a los quesos, la porción de semicurado o curado recomendada ronda los 30 gramos y, la de queso fresco, sobre 60 gramos.