El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano y la mayor parte se obtiene antes de los 20 años. Por eso, es fundamental que niños y adolescentes lleven una dieta equilibrada que asegure el aporte de calcio necesario para desarrollar unos huesos sanos y fuertes para toda la vida.
Calcio y niños: construyendo unos huesos fuertes
El calcio es uno de los principales nutrientes que tomamos desde que nacemos. Ya sea durante la lactancia, o con la posterior incorporación de la leche de vaca, es un elemento fundamental en el desarrollo de cualquier niño. En la mayoría de las personas, el punto máximo de fuerza y densidad ósea se produce entre los 25 y los 30 años y, a partir de ahí, la absorción de calcio es más compleja y comenzamos a utilizar nuestras reservas.
Durante la infancia se desarrolla más del 90% de la masa ósea que tendrá el adulto y el aporte de calcio es especialmente necesario porque los huesos están creciendo continuamente. Por eso, una alimentación rica en calcio en esta etapa es determinante, ya que los niños solo tienen una oportunidad de formar unos huesos fuertes para el resto de sus vidas.
Pero a pesar de esto, el informe «La leche como vehículo de salud: calcio y sus determinantes en la salud de la población española» publicado por la Fundación Española de Nutrición (FEN) y FINUT, señala que los niños y adolescentes españoles ingieren menos calcio del recomendado. El 80% de la población no consume el calcio que necesita para obtener unos huesos resistentes y sanos en el futuro.
Problemas derivados del déficit de calcio en niños
Además del desarrollo óseo, el calcio ayuda a mantener el ritmo cardíaco, a la coagulación de la sangre, a la contracción y relajación de los músculos y al envío y recepción de señales nerviosas.
Si niños y adolescentes no consumen las cantidades necesarias de calcio pueden sufrir distintos problemas a corto plazo:
- Huesos frágiles. Al no ingerir suficiente calcio, el organismo lo toma de los huesos e impide que se desarrolle una masa ósea óptima, aumentando el riesgo de producir facturas.
- Retraso del crecimiento de huesos y dientes. Los huesos y el resto del organismo no pueden coger de los alimentos todo el calcio que necesitan para desarrollarse, por lo que toman el que ya hay para hacerlo. De ahí que su crecimiento y desarrollo sea más lento.
El consumo de calcio también está relacionado con la prevención de la hipertensión arterial, los trastornos cardiovasculares, las enfermedades crónicas y degenerativas, la diabetes y, por supuesto, la osteoporosis.
Cómo asegurar la dosis de calcio diaria necesaria para tus hijos
Nuestro organismo no es capaz de producir calcio por sí mismo, por lo que tomar alimentos ricos en calcio como los lácteos es fundamental. La cantidad de calcio diario que necesita tomar cada niño varía en función de la edad, aunque los expertos suelen recomendar entre 3 y 5 porciones de lácteos y derivados al día para asegurar la dosis necesaria:
- De 1 a 3 años: 600 mg
- De 4 a 5 años: 700 mg
- De 6 a 98 años: 800 mg
- De 10 a 13 años: 1.100 mg
- 14-19 años: 1.000 mg
Al hablar de calcio no podemos olvidarnos de la vitamina D, que es la responsable de que el organismo absorba este mineral. Nuestro cuerpo produce vitamina D al estar en contacto con la luz del sol, así que dar un paseo o jugar al aire libre también contribuyen para tener unos huesos fuertes. Además, el ejercicio también les ayudará a fortalecer músculos y huesos.
A la hora de diseñar una dieta equilibrada para niños y adolescentes, la leche se posiciona como la mejor fuente de calcio, ya que presenta gran cantidad de este mineral y sus características hacen que sea absorbido con más facilidad por el organismo. Si, además, optamos por leche rica en calcio como la de Central Lechera Asturiana aportaremos una dosis extra de calcio para ayudar a desarrollar y fortalecer los huesos de niños y adolescentes a la vez que cuidamos su alimentación.