Las verduras presentan una baja densidad calórica. Están compuestas mayoritariamente por hidratos de carbono, polisacáridos y, en menor medida, proteínas y grasas. Son ricas en fibra soluble e insoluble.
Además, tienen un alto contenido de agua, entre un 75% y un 95% de su composición. Son bajas en materia grasa. Proporcionan una amplia variedad de vitaminas:
- Vitamina A en forma de caroteno (zanahorias, tomate…).
- Vitamina C (pimiento, coliflor…).
- Ácido fólico (vegetales de hoja verde y coles).
- Vitaminas grupo B (B1, B2 y B6).
Son una fuente importante de minerales y oligoelementos: Calcio (berros, espinacas, acelgas, calabacín y pepinos), potasio (berenjena, alcachofa, remolacha, champiñones), magnesio, hierro (espárragos, espinacas, col, lechuga, champiñón, alcachofa, rábanos), cinc, manganeso, cromo, yodo, cobalto, selenio, cobre y sodio.
El contenido de vitaminas de las verduras y hortalizas sufre modificaciones durante la cocción. Se pierden por disolución las vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C). Por el calor también pueden perderse las vitaminas A y C