Fuente de minerales
El cobre y el magnesio, dos minerales que escasean en muchos alimentos, se hallan en abundancia en los anacardos. El cobre participa en la formación de los glóbulos rojos, en el mantenimiento de las estructuras de los vasos sanguíneos, los nervios, los huesos, el cabello y la piel, en la producción de energía a partir de los nutrientes, y sobre todo en el funcionamiento del sistema inmunitario. En cuanto al magnesio, un mineral esencial para los sistemas nervioso y musculoesquelético, un puñado de anacardos cubre hasta el 26% de las necesidades diarias.
Además de cobre y magnesio, el anacardo contiene cantidades significativas de hierro, zinc, fósforo y selenio .
Fruto seco rico en proteínas
Cada 100 g aportan 15 g de proteínas, por lo que una ración proporciona el 10% de las necesidades diarias. Pero lo más interesante es que los aminoácidos se hallan en las proporciones ideales para su asimilación. Así favorecen la perfecta regeneración de los tejidos y el desarrollo de los procesos fisiológicos.
Destaca la proporción de triptófano, que en el anacardo es más alta que en cualquier otro alimento: en 30 g contiene 72 mg de triptófano.