Consumido de manera habitual dentro de una dieta equilibrada, el limón puede aportarnos ciertos beneficios.
Uno de ellos, es que gracias a su contenido en vitamina C, nos ayuda a adsorber mejor el hierro “no hemo”, que es el que aportan los alimentos de origen vegetal como las legumbres, las hortalizas de hoja verde o los frutos secos.
Por ejemplo, podemos aderezar una ensalada de lentejas o de espinacas frescas, con zumo de limón, para mejorar la absorción del hierro «no hemo» procedente de estos vegetales. Otra opción, puede ser consumir esos alimentos con una limonada, o elegir como postre un alimento rico en vitamina C, como las fresas, naranjas o mandarinas.
Además, esta vitamina C, juega un papel importante en la síntesis de colágeno.