La berenjena presenta fibra soluble, que favorece la microbiota intestinal y facilita la eliminación de las heces. Su composición baja en grasas e hidratos y alta en fibra les confiere un gran poder
saciante. Los compuestos fenólicos de la berenjena podrían ayudar a controlar la absorción de glucosa y reducir la hipertensión. Su contenido en fibra y otros compuestos fenólicos con capacidad antioxidante pueden ayudar a controlar los niveles de colesterol y evitar su oxidación y posterior adherencia a las paredes de las arterias.
Otro de los beneficios para la salud de la berenjena es su capacidad diurética. El potasio, mineral más abundante de esta hortaliza, junto a su bajo contenido en sodio, favorecen la eliminación
de líquidos y pueden ayudar a reducir la presión arterial.
Es rica en potasio, mineral que contribuye a la actividad muscular normal y a mantener el ritmo cardiaco constante. También está implicado en el equilibro osmótico del organismo,
permitiendo que los nutrientes entren en las células.
La presencia de vitaminas del grupo B como la B1 y la B6 resultan beneficiosas para el sistema nervioso, mantener la función cognitiva y el estado de ánimo. También puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, reduciendo el riesgo de ateroesclerosis.
La nasunina contribuye a eliminar el exceso de hierro del organismo, lo que puede ayudar en caso de exceso de este mineral. Las personas que presentan bajos niveles de hierro deben evitar consumir cantidades altas de alimentos que contengan nasunina.