Las etiquetas nos proporcionan una valiosa información sobre la composición, la cantidad, la procedencia, las características o las condiciones de conservación de los productos. Es de gran importancia prestarles atención, en especial las personas alérgicas o intolerantes, y saber interpretarlas para elegir aquellos productos que más nos convengan en función de nuestras necesidades.
En los alimentos envasados, es decir, en aquellos que se envasan antes de su venta, de forma que no se pueda modificar el contenido sin abrir o modificar el envase, existe una información obligatoria que deberá aparecer en la etiqueta de forma clara, legible y en castellano. El Reglamento (UE) Nº 1169/2011 regula la información alimentaria facilitada al consumidor.
Se indica el volumen de alcohol (% vol) en las bebidas que tengan más de un 1,2% en volumen de alcohol.
Es la información sobre el aporte energético (calórico) y el contenido de nutrientes que aparece en las etiquetas de los alimentos y bebidas. Sirve para comparar alimentos de forma rápida y seleccionar aquellos que contribuyan a formar hábitos alimenticios saludables.
Se trata de una lista cerrada que aparecerá en este orden:
Las empresas alimentarias pueden completar voluntariamente esta información indicando la cantidad de: Grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria, y vitaminas y minerales cuando estén presentes en cantidades significativas (anexo III del Reglamento nº 1169/2011).
La información nutricional se expresará siempre por 100 gramos (g) o 100 mililitros (ml) de producto. Además, la puedes encontrar por porción, especificando el tamaño y el número de porciones o unidades que contienen el envase. Por ejemplo: yogur de 125 g o porción de queso de 30 g.
Con el fin de ayudar al consumidor a seleccionar sus alimentos, se le informa de qué proporción (porcentaje) de nutrientes debe contener en términos generales una dieta saludable.
Conviene saber que las necesidades nutricionales, es decir la cantidad de energía y nutrientes que nuestro cuerpo necesita, están influenciadas por varios factores como la edad, el sexo, la condición fisiológica (por ejemplo embarazo) y el nivel de actividad. Por esta razón, observarás que al pie de la tabla de valores nutricionales aparece la leyenda <<Ingesta de referencia de un adulto medio (8400 kJ/2000 Kcal)>>.
El Reglamento (UE) 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor recoge en su anexo XIII las Ingestas de Referencia para adultos del valor energético y determinados nutrientes: Grasa total, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono, azúcares, proteínas, sal, vitaminas y minerales.
Por ejemplo, un vaso de leche semidesnatada de Central Lechera Asturiana (250 ml) nos cubriría el 5,65% de nuestras necesidades energéticas, el 12,92% de nuestras necesidades de azúcares, el 5,54% de nuestras necesidades de grasas, el 12,5% de nuestras necesidades de grasas saturadas y el 4,17% de nuestras necesidades de sal diarias. Todo en base a las necesidades o ingestas de referencia (IR) de un adulto medio.
Las declaraciones nutricionales o las declaraciones de propiedades saludables son menciones voluntarias que se incluyen en la etiqueta o en la publicidad de los alimentos. Algunos alimentos se publicitan o promocionan enfatizando sobre propiedades beneficiosas para la salud o beneficios nutricionales a través de sus etiquetas o de anuncios en los medios de comunicación. Estos mensajes se conocen como “Declaraciones” o “Alegaciones” y pueden ser de tipo nutricional, o bien referentes a determinadas propiedades saludables.
Si bien, su empleo es voluntario por parte de la empresa alimentaria, sólo se pueden incluir respetando las condiciones que establece el Reglamento (UE) 1924/2006 sobre declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos.
Existe un buscador de “declaraciones nutricionales y de propiedades saludables” de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) que contempla todas las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables autorizadas.
Las declaraciones nutricionales son mensajes que informan al consumidor sobre las propiedades nutricionales de un alimento. Estas propiedades se relacionan con las calorías que aporta ese producto o con el contenido o ausencia de determinados nutrientes o sustancias, y siempre tienen un beneficio nutricional.
Ejemplos de algunas de las declaraciones nutricionales autorizadas:
Sobre el valor energético:
“Valor energético reducido” o equivalentes como “Con menos calorías”, etc.
Solamente podrá declararse que un alimento posee un valor energético reducido, así como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener el mismo significado para el consumidor, si el valor energético se reduce, como mínimo, en un 30%, con una indicación de la característica o características que provocan la reducción del valor energético total del
alimento.
Sobre el contenido en grasas:
“Sin grasa” o equivalentes como “Cero grasa”, “0% grasa”, “Libre de grasa”, etc.
Solamente podrá declararse que un alimento no contiene grasa, así
como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener el
mismo significado para el consumidor, si el producto no contiene
más de 0,5 g de grasa por 100 g o 100 ml. No obstante, se prohibirán
las declaraciones expresadas como «X % sin grasa».
Sobre el contenido de grasas saturadas:
En función de la cantidad de grasas saturadas que posea un alimento, podremos encontrarnos con declaraciones del tipo: “Bajo contenido de grasas saturadas”, “sin grasas saturadas” y “contenido reducido en grasas saturadas”.
Sobre el contenido en azúcares:
“Sin azúcares añadidos” o equivalentes como “Cero azúcares añadidos”, etc.
Solamente podrá declararse que no se han añadido azúcares a un
alimento, así como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener
el mismo significado para el consumidor, si no se ha añadido al producto
ningún monosacárido ni disacárido, ni ningún alimento utilizado por sus
propiedades edulcorantes. Si los azúcares están naturalmente presentes
en los alimentos, en el etiquetado deberá figurar asimismo la siguiente
indicación: «CONTIENE AZÚCARES NATURALMENTE PRESENTES».
Las declaraciones de propiedades saludables son aquellas que relacionan un alimento o uno de sus componentes con la salud.
Nos informan sobre la propiedad que presenta una categoría de alimento, un alimento o uno de sus constituyentes de reducir significativamente un factor de riesgo de aparición de una enfermedad humana. A continuación, se pone un ejemplo sobre el efecto de los fitoesteroles en la salud.
REGLAMENTO (UE) No 686/2014 de 20 de junio de 2014 por el que se modifican los Reglamentos (CE) no 983/2009 y (UE) no 384/2010 en lo que se refiere a las condiciones de uso de determinadas declaraciones de propiedades saludables relativas al efecto de los fitoesteroles y fitoestanoles en la reducción del colesterol LDL en la sangre.
Declaraciones de crecimiento y la salud de los niños.
REGLAMENTO (UE) Nº 432/2012 de la comisión de 16 de mayo de 2012 por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.
Es importante aprender a distinguir qué azúcar es del que hablamos cuando decimos que tenemos que evitarlo: el azúcar libre o añadido.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que no superemos el 5% de las calorías diarias en forma de azúcar, lo cual en una dieta de 2000 Kcal sería equivalente a 25 g o 5 cucharaditas de azúcar.
Hoy en día, existe una enorme cantidad de productos en el mercado que llevan azúcares añadidos, por ejemplo: Galletas, refrescos, etc. Por el contrario, sabemos que las frutas contienen azúcares naturalmente presentes (fructosa principalmente). Del mismo modo, la leche contiene de manera natural unos 4,7 g de azúcar naturalmente presente (lactosa principalmente).
Para obtener la información correcta tendríamos que recurrir a leer el etiquetado nutricional para asegurarnos de si lleva o no azúcar añadido.
A la hora de comprar cualquier producto, es importante entender dos aspectos:
Tabla nutricional: “De los cuales azúcares”, esto sirve tan solo para saber los gramos de azúcar que contiene el producto, nada más. Pero no sabemos la procedencia. Es decir, un producto puede tener más gramos de azúcar por 100 g, y ser azúcar natural y en conjunto, un producto mucho más saludable que otro con la mitad de los gramos de azúcar.
Lista de ingredientes: para conocer el origen del azúcar debemos recurrir siempre a esta lista, es ahí donde figura la calidad nutricional del producto.
Si en ese listado aparece la palabra azúcar, entonces ese producto lleva azúcares añadidos. Los ingredientes aparecen por orden decreciente, el primero es el que se encuentra en mayor proporción en el producto. Si el azúcar se encuentra entre los 3 primeros puestos, la cantidad es destacable porque sería uno de los principales ingredientes.
En el listado no aparece azúcar, perfecto, entonces ese producto, en caso de llevar azúcar, es naturalmente presente en el propio alimento.
Existen otras formas de llamar al azúcar en la lista de ingredientes: panela, miel, fructosa, jarabe de glucosa, dextrosa, sacarosa, maltodextrinas, etc. ¡Fíjate si van en la lista de ingredientes!
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) no se recomienda consumir más de 5 g de sal al día.
En función de su contenido en sal, el alimento podrá clasificarse como:
A mayores, si el etiquetado muestra el VRN (Valores de Referencia de Nutrientes) podremos conocer el % de sal que nos proporciona una ración de ese alimento en relación a la sal diaria que debemos consumir y no superar.
Por ejemplo, en una ración (10 g) de Mantequilla Tradicional con sal de Central Lechera Asturiana, estaremos consumiendo el 1,17% de la sal diaria que necesitamos, mientras que en una ración (10 g) de Mantequilla Tradicional de Central Lechera Asturiana, estaremos consumiendo el 0,05% de la sal diaria que necesitamos. Ingesta de referencia de un adulto medio (8400 kJ / 2000 Kcal).
A partir de estos datos, debemos pensar en cuantas raciones consumimos realmente para conocer cuanta sal ingerimos.
En Central Lechera Asturiana tenemos claro nuestro compromiso 100% natural, que consiste en elaborar alimentos sin aditivos ni E-s artificiales. Por eso el 99% de los productos que comercializamos sólo contienen ingredientes 100% naturales. Así que, como no tenemos nada que esconder, usamos etiquetas claras y ponemos los ingredientes siempre al frente.
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