Al tener un alto valor nutritivo y muchas características funcionales, la proteína de soja se aprovecha como ingrediente en varios productos alimenticios. Por ejemplo, se puede encontrar en hamburguesas, masas, platos preparados, embutidos, productos de panadería, etc.
Muchos productos están hechos a base de soja, porque su proteína es una alternativa razonable (por su valor nutritivo y sus funciones técnicas) a la proteína de la leche y al gluten, cuando estos no se pueden consumir. Extrayendo el agua de las vainas de soja se puede fabricar productos que se utilizan de manera similar a como se utiliza la leche o el queso.