La leche (y sus derivados) tiene un papel importante en la dieta como principal fuente de calcio. Además del calcio, contiene otros nutrientes que hacen que la composición nutricional de la leche sea única: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales, lo que refleja su compleja composición química. Es uno de los alimentos más completos que existen desde el punto de vista nutricional. Además, su matriz alimentaria potencia la biodisponibilidad de estos nutrientes; es decir, facilita que nuestro organismo los absorba y utilice de forma más eficaz. A continuación, exploraremos los componentes principales de la leche, los nutrientes esenciales que aporta y el importante papel que tiene la matriz láctea.
La leche está compuesta por diversos nutrientes que contribuyen a su valor y densidad nutricional únicos:
Los nutrientes esenciales son aquellos que nuestro organismo no es capaz de sintetizar o fabricar y deben ser aportados a través de la dieta. La leche aporta una serie de nutrientes esenciales como aminoácidos, calcio o vitaminas, por lo que se recomienda el consumo de 3 raciones de lácteos al día. Algunos de los nutrientes esenciales que obtenemos al consumir leche son:
Para comprender plenamente los beneficios de la leche para la salud, es fundamental entender el concepto de matriz alimentaria.
La matriz alimentaria es la compleja estructura que engloba los diferentes nutrientes de un alimento, que influye en la digestibilidad y biodisponibilidad de sus nutrientes y determina cómo interactúan entre sí. No se trata solo de la suma de nutrientes individuales, sino de entender cómo se comportan en el conjunto alimento. Este enfoque nos invita a valorar los alimentos considerando las sinergias entre los nutrientes que los componen, en vez de valorar el impacto en la salud cada nutriente de forma aislada. La matriz nutricional desempeña un papel crucial en este proceso, ya que determina cómo los nutrientes se aprovechan y absorben eficazmente por el organismo, contribuyendo al bienestar general.
La matriz láctea engloba a todos los componentes de la leche: calcio, proteínas lácteas, vitaminas, grasas…etc. La matriz láctea influye en la forma en que los nutrientes de la leche interactúan de forma sinérgica entre sí al digerirlos, absorberlos y metabolizarlos, por lo que afecta directamente al impacto que estos tienen en nuestra salud.
Por ejemplo, las grasas de la leche mejoran la biodisponibilidad de las vitaminas liposolubles A y D, mientras que la caseína y la lactosa facilitan la absorción del calcio. Además, diferentes estudios han demostrado que el consumo de leche y productos lácteos no está asociado con un mayor riesgo cardiovascular, como podría pensarse por su contenido en ácidos grasos saturados, destacando cómo la matriz de un alimento puede modular el impacto de sus componentes individuales. Es por esto por lo que el valor nutricional de la leche no reside únicamente en su composición, sino en cómo sus componentes interactúan de forma sinérgica en la matriz láctea.
El desayuno es la primera comida del día y es el momento perfecto para dar a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita para un funcionamiento óptimo. Un desayuno proteico o alto en proteínas, comparado con saltarse el desayuno, puede contribuir a mantener y aumentar la masa muscular, aumentar la saciedad y mejorar el rendimiento cognitivo. Sigue leyendo y descubre nuestras propuestas de desayunos saludables, fáciles y altos en proteínas.
Las proteínas son los “ladrillos” de nuestro cuerpo, fundamentales para reparar tejidos, mantener y aumentar la masa muscular y apoyar un sinfín de funciones vitales. Comenzar el día con un desayuno rico en proteínas puede ser una buena estrategia para asegurar una ingesta óptima de este macronutriente tan importante para nuestro organismo.
Distintos estudios han demostrado que saltarse de forma habitual el desayuno puede tener un impacto negativo en la salud, como un aumento del riesgo de obesidad y diabetes tipo 2, en comparación con realizar un desayuno saludable y equilibrado. En concreto, se ha visto que concentrar la ingesta calórica en las primeras horas del día, es beneficioso para la regulación de los ritmos circadianos, el metabolismo y la inflamación. Además, si el desayuno es rico en proteínas, puede reportar beneficios adicionales:
Si te preguntas cómo puedes incluir más proteínas para desayunar, a continuación te proponemos algunas ideas de desayunos proteicos saludables que se adaptan a todos los gustos:
El huevo es un alimento rico en proteínas de alta calidad por excelencia, gracias a que aporta todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita, al igual que otros alimentos de origen animal como la leche, la carne o el pescado.
Dada su versatilidad, el huevo se ha convertido en alimento muy popular para incluir en los desayunos altos en proteínas: tortilla francesa, huevos revueltos, huevo poché… Sin embargo, dado el contenido en grasas y colesterol de la yema, muchas personas han empezado a consumir solo la clara.
Si bien la mayor parte de las proteínas del huevo se concentran en la clara y estas aportan pocas calorías y grasas, al desechar la yema, estaremos dejando de lado otros nutrientes muy interesantes como vitaminas liposolubles (por ejemplo, la vitamina A), ácidos grasos saludables, y otros micronutrientes que no se encuentran en la clara del huevo.
Nuestra recomendación: en la población general, incluir el huevo completo (clara y yema) en los desayunos es la mejor opción. Si quieres añadir aun más proteína, puedes incluir adicionalmente claras de huevo.
Realizar un desayuno proteico, saludable y equilibrado es sencillo. Aquí te dejamos algunos consejos:
1. Jakubowicz D, Matz Y, Landau Z, Rosenblum RC, Twito O, Wainstein J, et al. Interaction between early meals (big-breakfast diet), clock gene mRNA expression, and gut microbiome to regulate weight loss and glucose metabolism in obesity and type 2 diabetes. Int J Mol Sci [Internet]. 2024;25(22). Disponible en: http://dx.doi.org/10.3390/ijms252212355
2. Dalgaard LB, Thams L, Jensen JS, Jørgensen AA, Andersen AB, Gejl KD, et al. No effects of high versus low protein breakfast on body composition and cardiometabolic health in young women with overweight – the NewStart randomized trial. Br J Nutr [Internet]. 2024;1–30. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1017/S0007114524003015
3. Zhu S, Cui L, Zhang X, Shu R, VanEvery H, Tucker KL, et al. Habitually skipping breakfast is associated with chronic inflammation: a cross-sectional study. Public Health Nutr [Internet]. 2020;24(10):2936–43. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1017/S1368980020001214
4. Jespersen SE, Agergaard J. Evenness of dietary protein distribution is associated with higher muscle mass but not muscle strength or protein turnover in healthy adults: a systematic review. Eur J Nutr [Internet]. 2021;60(6):3185–202. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1007/s00394-021-02487-2
5. Asadullah M, Hashim S, Anwar A, Rehman MA, Saleem N, Muneeb A. The impact of breakfast omission on daily activities and academic achievement: A cross-sectional study at fazaia Ruth Pfau medical college. Recent Prog Nutr [Internet]. 2024;04(03):1–15. Disponible en: http://dx.doi.org/10.21926/rpn.2403016
La idea de beber leche para dormir ha sido transmitida de generación en generación. Muchos aseguran que la leche ayuda a dormir, y que es bueno tomar un vaso de leche antes de dormir, ya que puede ayudar a conciliar el sueño más rápido y tener un descanso de mejor calidad. Pero, ¿qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Es solo un mito o tiene base científica?
Entre el 10 y el 15% de la población española sufre de insomnio crónico, y entre un 25 y un 35% tiene insomnio transitorio, afectando con mayor frecuencia a mujeres (60%). España tiene tasas de insomnio más bajas que otros países de la Unión Europea (UE), pero consume más somníferos que ellos.
La leche contiene varios nutrientes esenciales, incluidos el aminoácido triptófano, precursor del neurotransmisor serotonina y la hormona melatonina, y distintas vitaminas del grupo B, que influyen en la calidad del sueño. Por otro lado, como resultado de la digestión de las proteínas de la leche, pueden producirse péptidos bioactivos (fragmentos de proteínas) como la alfa casozepina, que han sido relacionados con el alivio del estrés y la mejora del sueño. Estos componentes sugieren que la leche es buena para dormir y que tomar un vaso de leche, justo antes de dormir, podría ayudarnos a conciliar el sueño, pero su efectividad podría depender de factores individuales.
Para entender por qué la leche podría ser efectiva para dormir, es esencial examinar su composición. La leche y los productos lácteos contienen triptófano, un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina y melatonina, con un papel clave en la regulación de la inducción y la calidad del sueño. Además, el aporte de otros micronutrientes en la leche como el calcio o las vitaminas del grupo B, ayudan a convertir el triptófano en serotonina y, a su vez, en melatonina. Por otro lado, la deficiencia de vitamina B12, presente en alimentos de origen animal como la leche, se ha relacionado con el insomnio, la depresión y los desórdenes del sueño.
El triptófano es un aminoácido esencial, lo que quiere decir que nuestro cuerpo no lo puede producir y debemos ingerirlo a través de la dieta. Este aminoácido, aunque está presente en varios alimentos, es particularmente abundante en la leche. Al consumirlo, el cuerpo lo convierte en serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo y favorece la relajación. Esto explica por qué muchas personas creen que la leche da sueño. Posteriormente, la serotonina se convierte en melatonina, una hormona conocida como “la hormona del sueño”, ya que ayuda a regular el ritmo circadiano. Cuando consumes carbohidratos, junto con alimentos ricos en triptófano, como la leche, tu cuerpo produce más insulina. Esta insulina ayuda a que los músculos capten otros aminoácidos, que compiten con el triptófano. Esto deja más triptófano disponible en la sangre, permitiendo que llegue al cerebro. Así, los carbohidratos refuerzan el efecto del triptófano de la leche para facilitar el sueño.
La melatonina, conocida como “la hormona del sueño”, tiene la capacidad de volver a sincronizar los ritmos circadianos y regular los ciclos vigilia-sueño. Su producción aumenta en respuesta a la oscuridad, lo que indica al cuerpo que es hora de descansar. A medida que envejecemos, la producción de melatonina disminuye. Si bien la melatonina se produce a partir del triptófano presente en la proteína de alimentos como la leche, no está presente como tal en los alimentos, sino su precursor, el triptófano.
Otra duda recurrente es si es mejor tomar leche fría, tibia o caliente para dormir. Aunque la temperatura de la leche no afecta directamente sus propiedades nutricionales, la leche caliente o tibia parece tener un mayor efecto psicológico para relajarnos antes de dormir. La clave podría estar en la relajación mental y física que genera el consumo de la leche en un ambiente tranquilo.
Tomar un vaso de leche caliente para dormir puede actuar como un ritual calmante que prepare al cuerpo para el descanso, mientras que la leche fría puede no ofrecer el mismo nivel de confort, sobre todo en climas fríos o si estamos buscando relajarnos tras un día ajetreado. En cambio, la leche tibia para dormir es una excelente opción para aquellos que prefieren un término medio, ni muy caliente ni muy fría, pero con el mismo efecto relajante. Algunas personas pueden sentir que un vaso de leche tibia o caliente antes de acostarse les reconforta y ayuda a reducir el estrés, favoreciendo la conciliación del sueño.
Bibliografía:
1. | Ortega RM, Jiménez-Ortega AI, Martínez García RM, Cervera-Muñoz A, Salas-González MD. Properties of milk in sleep induction. Nutr Hosp [Internet]. 2023 [citado el 24 de septiembre de 2024];40(SPE2):12–5. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112023000700004 |
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4. | Kennedy DO. B vitamins and the brain: Mechanisms, dose and efficacy–A review. Nutrients [Internet]. 2016;8(2):68. Disponible en: http://dx.doi.org/10.3390/nu8020068 |
La vitamina D es un micronutriente vital para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo, conocido, fundamentalmente, por su papel en la salud ósea. Sin embargo, sus beneficios van mucho más allá. En este artículo, exploraremos para qué sirve la vitamina D, cómo obtenerla para evitar su deficiencia y qué alimentos la contienen.
La vitamina D es una vitamina liposoluble (que puede disolverse en grasas) que juega un papel crucial en varios procesos fisiológicos. Para qué es la vitamina D es una pregunta frecuente, ya que es esencial para la correcta absorción intestinal y el metabolismo del calcio y el fósforo, dos minerales clave para mantener huesos y dientes saludables. Su deficiencia puede llevar a enfermedades como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos.
Aparte de su conocida función en la salud ósea, recientemente se ha descrito el papel de la vitamina D en la modulación del sistema inmunitario, sugiriendo además una posible relación inversa entre la vitamina D y la inflamación, las infecciones respiratorias, así como el cáncer o las enfermedades autoinmunes.
El cuerpo humano obtiene la vitamina D de dos formas: la síntesis cutánea y la ingesta a través de alimentos o suplementos.
Aunque la síntesis cutánea es la principal forma de obtención de la vitamina D, ciertos alimentos también aportan esta vitamina, que puede ser de origen animal (vitamina D3 o colecalciferol) o vegetal (vitamina D2 o ergocalciferol). Algunos de los alimentos con mayor contenido en vitamina D son los siguientes:
Una de las formas más prácticas de aumentar la ingesta de vitamina D es mediante el consumo de leche fortificada o enriquecida con vitamina D. En muchos países, los lácteos con vitamina D, como la leche y otros productos lácteos se fortifican con esta vitamina para ayudar a prevenir su deficiencia en la población general, ya que la incorporación de nutrientes resulta muy sencilla en los lácteos.
La leche fortificada con vitamina D no solo es una fuente conveniente de este nutriente, sino que también ofrece el beneficio añadido de ser una fuente de calcio y proteínas, que trabajan en sinergia con la vitamina D para mejorar la salud ósea. En particular, se recomienda que las personas que tienen poca exposición al sol o dificultades para obtener suficiente vitamina D consideren el consumo regular de productos fortificados con esta vitamina.
En Central Lechera Asturiana, hemos enriquecido nuestra Leche Suprema para que, con tan solo un vaso (250 ml), puedas obtener el 100% de la vitamina D que necesitas cada día y disfrutar de todos sus beneficios, de una forma cómoda y sencilla. Además, es apta para intolerantes a la lactosa. También puedes probar nuestra Leche Rica en Calcio, enriquecida también con vitamina D.
Los datos disponibles actualmente indican que la insuficiencia (< 20 ng/ml en sangre) y el déficit de vitamina D (< 12 ng/ml en sangre) tienen una elevada incidencia a nivel global, especialmente en niños y ancianos, lo que puede acarrear una serie de riesgos y problemas para la salud.
Aunque normalmente la mayor parte de personas con déficit de esta vitamina no presentan síntomas, algunos de los síntomas más comunes en casos severos de deficiencia de vitamina D podrían ser:
La vitamina D es fundamental para una adecuada salud ósea. Por esto, los síntomas clínicos de la deficiencia de vitamina D se manifiestan como raquitismo en niños y osteomalacia en adultos. Ambas enfermedades se caracterizan por la insuficiente mineralización de los huesos, debido a que la deficiencia de vitamina D implica una ineficiente absorción del calcio y el fósforo, dando como resultado huesos débiles, propensos a fracturas y deformidades.
La falta de vitamina D se ha asociado también recientemente con un aumento del riesgo de infecciones, enfermedades autoinmunes, resistencia a la insulina, diabetes, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, cáncer, obesidad, asma y algunos trastornos neurológicos.
Mantener niveles adecuados de vitamina D es fundamental para la salud general. Aquí algunos consejos para evitar su deficiencia:
En resumen, la vitamina D es fundamental no solo para la salud ósea, sino también para la función inmunológica y el bienestar general. Incorporar alimentos que contienen vitamina D, como los productos lácteos fortificados, puede ser clave para mantener niveles saludables de este importante nutriente.
Bibliografía:
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