Vitamina D y prevención del cáncer.
Los investigadores oncológicos estudian una posible conexión entre la vitamina D y el riesgo de cáncer
Se ha detectado una menor incidencia de algunos cánceres en latitudes sur, donde la exposición solar es mayor. A mayor exposición solar, mayor concentración de vitamina D y puede que por ello, menor riesgo de cáncer. En definitiva, esa es la hipótesis.
¿Qué es la vitamina D?
Es una vitamina liposoluble imprescindible para la formación de los huesos y para la absorción del calcio a nivel intestinal.
Hay dos formas principales de vitamina D, la D2, o ergocalciferol, y la D3, o colecalciferol. La D2 se obtiene de algunos alimentos y la D3 se sintetiza por exposición de la piel al sol.
En el hígado, ambas formas se transforman en calcidiol. Además, el calcidiol viaja por la sangre a los riñones, en donde es transformada en calcitriol, la forma activa de la vitamina D en el cuerpo.
Fuentes dietéticas de vitamina D, son el pescado graso, el aceite de hígado de pescado y los huevos. Sin embargo, la mayoría de vitamina D proviene de alimentos enriquecidos, como la leche o los cereales de desayuno.
¿Cuáles son las pruebas científicas de que la vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer?
Si bien, niveles altos de vitamina D se han asociado a una menor incidencia de cáncer, es posible que la gente que tiene un consumo más alto de vitamina D o concentraciones más altas de vitamina D en la sangre tenga más probabilidad de seguir otras conductas saludables. Puede ser alguna conducta saludable, más que el consumo de vitamina D, lo que influya en el riesgo de cáncer.
Numerosos estudios han mostrado que las concentraciones más altas de vitamina D están asociados con un riesgo menor de cáncer colorrectal. Por el contrario, el estudio aleatorizado de la Women’s Health Initiative encontró que las mujeres sanas que tomaron vitamina D y complementos de calcio por un promedio de 7 años no tuvieron una menor incidencia de cáncer colorrectal.
Las pruebas de la asociación de la vitamina D con los riesgos de todos los cánceres que se han estudiado son inconcluyentes.
Fuente:
Instituto Nacional del Cáncer