La sarcopenia es la pérdida progresiva de masa, función y fuerza muscular asociada al sedentarismo y, concretamente, al natural proceso del envejecimiento. De hecho, se estima que un 30% de las personas mayores de 60 años padecen esta sarcopenia. Del mismo modo, se calcula que padecen sarcopenia hasta el 50% de las personas mayores de 80 años.
Sin embargo, puede que haya un remedio para combatir o prevenir esta sarcopenia sin necesidad de consumir ningún fármaco.
Así, según un estudio dirigido por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, el secreto está en las granadas.
Concretamente, el estudio publicado en la revista « Nature Medicine», concluye que la urolitina A, metabolito (postbiótico) producido por nuestra microbiota intestinal a partir de la conversión de unos compuestos que se encuentran en las granadas (y otros alimentos como las nueces o las bayas) conocidos como elagitaninos, es capaz de potenciar la expresión de genes relacionados con la función mitocondrial en el tejido muscular. Las mitocondrias son orgánulos responsables de generar la energía de las células evitando el deterioro muscular asociado a la edad. O así sucede, al menos, en modelos animales.
¿Qué es la Urolitina A?
Las urolitinas son compuestos (metabolitos) producidos por la microbiota intestinal a partir de elagitaninos y ácido elágico (polifenoles) presentes en alimentos como la granada, entre otros. Recientemente las urolitinas han ganado popularidad debido a sus posibles efectos beneficiosos para la salud. Según un estudio, la urolitina A es la única molécula conocida con capacidad de relanzar el proceso de reciclaje de las mitocondrias.
‘Efecto antienvejecimiento en modelos animales’
En una primera fase, los autores utilizaron como modelo animal el nematodo ‘Caenorhabditis elegans’. Este gusano se caracteriza por alcanzar la vejez en tan sólo 8-10 días de vida. Como resultado, la administración de urolitina A permitió que los ‘gusanos’ aumentaran en hasta un 45% su esperanza de vida.
En una segunda fase del estudio, los investigadores utilizaron como modelo animal ratas. Como sucede con ‘C. elegans’, sus mitocondrias se ven reducidas como consecuencia de la edad. Como resultado, la administración de urolitina A permitió que ratas viejas resistieran hasta 42% más corriendo en sus jaulas.
¿Cómo funciona la Urolitina A?
En consecuencia, parece que la urolitina A es capaz de ralentizar el proceso de envejecimiento en nematodos y ratas. Su funcionamiento es sencillo: actúa estimulando un proceso denominado ‘mitofagia’ en el que las mitocondrias dañadas o envejecidas son degradadas para que puedan ser reemplazadas por unas nuevas más ‘sanas’ y funcionales.
Conforme se envejece, disminuye la capacidad de las células para llevar a cabo la mitofagia. En las células musculares, la disminución de la mitofagia, es una de las principales causas de su deterioro asociado a la edad. Es por ello por lo que este estudio parece prometedor.
Varios estudios in vitro destacan los efectos beneficiosos de las urolitinas (especialmente la Urolitina A) que incluyen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antioxidantes, cardioprotectoras, neuroprotectoras y efectos estrogénicos, entre otros. Sin embargo, a pesar de los resultados prometedores en laboratorio, la evidencia directa en vivo y los mecanismos de acción que respaldan estos beneficios para la salud siguen siendo objeto de debate.
En este contexto, uno de los problemas más comunes en la investigación sobre la interacción entre los polifenoles y la salud es que muchos estudios in vitro no consideran adecuadamente el metabolismo ni la distribución tisular de las urolitinas. Además, tienden a utilizar concentraciones no fisiológicas y formas metabólicas inadecuadas, lo que limita la relevancia de los hallazgos para aplicaciones prácticas en la población.
Nuestra microbiota nos ayuda
Lo cierto es que las granadas no contienen urolitina A. Estás frutas contienen sus precursores los ‘elagitaninos’, taninos hidrolizables también presentes en otras frutas y las nueces.
Son nuestras bacterias intestinales las que posteriormente los degradan formando urolitina A. El problema es que esto no sucede siempre. La microbiota varía significativamente entre las personas, existiendo individuos cuya microbiota no produce urolitina A.
La buena noticia es que los autores ya están trabajando en una solución. Han puesto en marcha un ensayo clínico con seres humanos que se está desarrollando en varios hospitales europeos. La idea es conocer la dosis adecuada de urolitina A y, en caso necesario, proporcionarla.
¿Cómo se realizó el estudio en humanos?
Unas 60 personas de edad avanzada, todas sedentarias y con buena salud, tomaron una dosis única de entre 250 y 2.000 mg de urolitina A. Los investigadores no observaron efectos secundarios en comparación con el grupo control, a los que se les administró un placebo.
Luego, los participantes se dividieron en cuatro grupos, cada uno de los cuales recibió o un placebo, o una dosis diaria de urolitina A de 250, 500 o 1.000 mg durante 28 días. Nuevamente, no se encontraron impactos adversos para la salud, incluso después de una ingesta prolongada.
A continuación, el equipo evaluó la eficacia de la urolitina A estudiando los biomarcadores de salud mitocondriales y celulares en la sangre y el tejido muscular de los participantes. Los resultados fueron convincentes: la urolitina A estimula la biogénesis mitocondrial, el proceso mediante el cual las células aumentan la masa mitocondrial, de la misma manera que el ejercicio regular.
En general, la evidencia indica que la urolitina A puede apoyar la salud muscular y mitigar la sarcopenia mejorando la función mitocondrial y reduciendo la fatiga muscular, entre otros potenciales beneficios para la salud. Sin embargo, se necesita más investigación con tamaños de muestra más grandes y duraciones más largas para confirmar completamente estos beneficios.
Fuente:
1. | García-Villalba R, Giménez-Bastida JA, Cortés-Martín A, Ávila-Gálvez MÁ, Tomás-Barberán FA, Selma MV, et al. Urolithins: A comprehensive update on their metabolism, bioactivity, and associated gut Microbiota. Mol Nutr Food Res [Internet]. 2022;66(21). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1002/mnfr.202101019 |
2. | Andreux PA, Blanco-Bose W, Ryu D, Burdet F, Ibberson M, Aebischer P, et al. The mitophagy activator urolithin A is safe and induces a molecular signature of improved mitochondrial and cellular health in humans. Nat Metab [Internet]. 2019 [citado el 15 de noviembre de 2024];1(6):595–603. Disponible en: https://www.nature.com/articles/s42255-019-0073-4 |
3. | Faitg J, D’Amico D, Rinsch C, Singh A. Mitophagy activation by Urolithin A to target muscle aging. Calcif Tissue Int [Internet]. 2023;114(1):53–9. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1007/s00223-023-01145-5 |