Muchas de las terapias de última tecnología para los trastornos cerebrales tienen como objetivo restaurar la neurotransmisión desregulada en las áreas afectadas del cerebro. Como se señala en esta revisión, los datos muestran cada vez más que las bacterias pueden producir importantes neurotransmisores como GABA, acetilcolina y serotonina. Revelaron múltiples mecanismos mediante los cuales el huésped humano responde a las bacterias comensales y patógenas.
La comunicación entre el cerebro y la microbiota intestinal implica la señalización mediada por el receptor epitelial, la modulación inmune y la estimulación de las neuronas entéricas por los metabolitos bacterianos. Importante para esta diafonía es la capacidad de la microbiota para regular la disponibilidad de triptófano circulante, que afecta la síntesis de serotonina y para alterar la expresión de algunos receptores. Esto permite influir directamente en la excitabilidad y función cerebral y ejercer control epigenético de la expresión génica.
¿Qué ha hecho la industria al respecto?
La industria ha emprendido un enorme esfuerzo para tratar enfermedades de la vejez, como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. También, enfermedades que afectan a personas más jóvenes, como el trastorno por déficit de atención/ hiperactividad y el autismo, pero los resultados han sido decepcionantes. Las investigaciones futuras mostrarán si los microbios pueden usarse para producir neurotransmisores terapéuticos para tratar trastornos psiquiátricos. Para que la terapia tenga éxito, se deben estudiar los posibles efectos adversos, como los causados por la presencia de receptores o procesos epigenéticos en tejidos distintos del cerebro.
Conclusiones
La regulación o modificación del microbiota gastrointestinal a través de la dieta puede proporcionar beneficios críticos para prevenir y tratar trastornos relacionados con el cerebro. Esto ha llevado a varios expertos a proponer desarrollos específicos de la microbiota para su uso como posibles terapias psicotrópicas. Hay un sinfín posibilidades de combinar pre y probióticos con otros compuestos nutricionales. Se necesitan estudios mecánicos futuros para determinar el verdadero potencial de tales terapias psicotrópicas para producir los beneficios previstos en las poblaciones objetivo.
Fuente
Revista: https://doi.org/10.1093/nutrit/nuy009
Discusión
La microbiota y sus metabolitos pueden estar implicados en numerosos procesos que modulan la permeabilidad intestinal, la función inmune de la mucosa, la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral y la actividad del sistema nervioso entérico. También la microbiota y sus productos metabólicos pueden actuar a nivel cerebral alterando el comportamiento emocional, la modulación del dolor y la conducta alimentaria. Siendo en parte responsable de algunos trastornos psiquiátricos, enfermedades neurológicas y obesidad. Además, hay trabajos que indican que la propia microbiota puede verse también alterada por el cerebro a través del sistema nervioso autónomo, alterándose su composición y función tras recibir señales anómalas.