¿Qué papel juega la microbiota intestinal?
Los microorganismos que habitan en nuestro tracto gastrointestinal se conocen como microbiota intestinal. Estos microorganismos desempeñan un papel fundamental en nuestra salud.
Algunas de sus funciones son:
• Ayudan al cuerpo a digerir ciertos alimentos que el estómago y el intestino delgado no son capaces de digerir.
• Contribuyen a la producción de algunas vitaminas (B y K).
• Ayudan a combatir las agresiones de otros microorganismos, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal.
• Desempeñan un papel importante en el sistema inmune, actuando como efecto barrera.
• Una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una función digestiva adecuada.
En la actualidad, los beneficios de la simbiosis humano-microbio pueden extenderse a la salud mental humana.
¿Qué es el microbioma intestinal?
Se llama microbioma intestinal al genoma del conjunto de microorganismos que habita nuestro intestino.
Los avances en tecnología de secuenciación del ADN y las nuevas herramientas bioinformáticas, han permitido describir el microbioma con precisión.
En cada individuo existe un microbioma intestinal único. El microbioma comienza a alterarse desde el nacimiento a través del canal del parto, así como en la lactancia. A mayores, se modifica constantemente a lo largo de la vida por el resto de otros factores: los genéticos, los ambientales, los fisiológicos, los psicológicos, la nutrición y la edad.
Eje microbiota-intestino-cerebro
Existen evidencias de que el microbioma intestinal y el cerebro se comunican de manera bidireccional. Las funciones de uno afectan a las funciones del otro.
Una reciente revisión publicada en el Nutrition Reviews, examina los mecanismos de acción de esta comunicación. En ella, se explora las implicaciones para la salud humana y la vida diaria.
Demuestra cómo el microbioma intestinal puede afectar la función cerebral en los adultos, lo que tiene un impacto en el estrés, la ansiedad, la depresión y la cognición.
Estudios in vitro, in vivo y en humanos informaron una asociación entre un cambio en el microbioma intestinal y los cambios funcionales en el cerebro. Además, los estudios describen los mecanismos por los cuales el cerebro afecta al microbioma y al tracto gastrointestinal.
Finalmente, dentro del artículo, se proponen modos de acción para explicar cómo el microbioma intestinal y el cerebro se afectan funcionalmente entre sí. Los probióticos suplementados para combatir la disfunción relacionada con el cerebro ofrecen un enfoque prometedor, siempre que la investigación futura aclare su modo de acción y los posibles efectos secundarios.
Se requieren estudios adicionales para establecer cómo las intervenciones con pre y probióticos pueden ayudar a equilibrar la función cerebral en individuos sanos y enfermos.
Fuente
Nutrition Reviews, Volume 76, Issue 7, 1 July 2018, Pages 481–496,