Un reciente estudio de la Universidad de Illinois mostró que los prebióticos incluidos en las fórmulas infantiles pueden mejorar la memoria
En un estudio reciente del Laboratorio de Nutrición y Cognición de Piglet en la Universidad de Illinois, los científicos trabajaron con lechones para mostrar que los prebióticos incluidos en una fórmula infantil pueden mejorar la memoria y el comportamiento exploratorio.
Los lechones son ampliamente considerados como un modelo más informativo para los bebés humanos que los ratones y las ratas; sus sistemas digestivos, respuestas de comportamiento y desarrollo cerebral son notablemente similares a los bebés humanos. Por lo tanto, los investigadores recurren cada vez más a lechones para probar hipótesis en ensayos preclínicos relacionados con la salud humana, especialmente en el contexto de los microbios intestinales y el desarrollo cerebral.
A principios de 2016, Dilger y colegas trabajaron con lechones para demostrar que una combinación de componentes de fórmulas innovadoras, incluidos los prebióticos, puede desempeñar un papel en el desarrollo y el comportamiento del cerebro. En su nuevo estudio, el equipo se concentró únicamente en los efectos de los prebióticos.
A partir del segundo día de vida, los lechones recibieron una fórmula infantil a base de leche de vaca suplementada con polidextrosa (PDX), un carbohidrato sintético con actividad prebiótica y galactooligosacárido (GOS), un prebiótico natural. Cuando los lechones tenían 25 días, Fleming los llevó a través de varias pruebas de aprendizaje, memoria y estrés. Después de 33 días, se recogieron los tejidos sanguíneos, cerebrales e intestinales para su análisis.
La prueba de aprendizaje y memoria les dio a los lechones la oportunidad de jugar con juguetes para perros: uno que habían visto antes y un juguete nuevo. Si pasaron más tiempo con el nuevo juguete, eso fue una indicación de que el lechón lo reconoció como nuevo y lo prefirió. Esta prueba de «reconocimiento de objetos novedosos» mejora las pruebas clásicas de laberinto comúnmente utilizadas en estudios de roedores.
Los cerdos alimentados con PDX y GOS pasaron más tiempo jugando con objetos nuevos que los cerdos que no recibieron los suplementos prebióticos. La preferencia por objetos nuevos, una indicación de curiosidad natural, es un signo de desarrollo saludable del cerebro y apunta hacia el desarrollo positivo del aprendizaje y la memoria.
Los ácidos grasos volátiles son un indicador global de si los prebióticos tuvieron un efecto sobre la población general de bacterias. Por ejemplo, es posible que deseemos ver un aumento en Lactobacillus y otras bacterias beneficiosas que producen butirato «, explica Dilger. Las concentraciones de ácidos grasos volátiles (VFA) en el colon, la sangre y el cerebro se modificaron en los cerdos que recibieron PDX y GOS en comparación con los cerdos de control.
Evidencia científica
La evidencia reciente sugiere que los AGV bacterianos podrían ingresar a la sangre y viajar al cerebro, donde podrían afectar el estado de ánimo y el comportamiento.
Referencia bibliográfica
Mudd AT, Alexander LS, Berding K, Waworuntu RV, Berg BM, Donovan SM, Dilger RN. Dietary Prebiotics, Milk Fat Globule Membrane, and Lactoferrin Affects Structural Neurodevelopment in the Young Piglet. Front Pediatr. 2016 Feb 4;4:4. doi: 10.3389/fped.2016.00004. eCollection 2016.