La interacción entre nuestra genética y nuestra dieta es un campo fascinante de estudio que ha estado ganando atención en los últimos años. La nutrigenética, como se conoce esta disciplina, busca comprender cómo nuestras variaciones genéticas individuales pueden influir en nuestra respuesta a los nutrientes que consumimos, y cómo esta interacción puede afectar aspectos clave de nuestra salud, como la tolerancia a los carbohidratos, la obesidad y el rendimiento físico.
La base de la nutrigenética: genes y dieta
Cada uno de nosotros tiene una composición genética única que influye en una amplia gama de aspectos de nuestra salud, incluida la forma en que metabolizamos los nutrientes. Por ejemplo, algunos de nosotros podemos tener una variante genética que nos hace metabolizar los carbohidratos de manera más eficiente, mientras que otros pueden ser más propensos a almacenarlos como grasa.
Estudios en el campo de la nutrigenética han identificado varios genes que pueden influir en la manera en que nuestro cuerpo procesa y utiliza los nutrientes, incluidos los relacionados con el metabolismo de los lípidos, la regulación del apetito, la sensibilidad a la insulina y la respuesta inflamatoria. En este post desarrollaremos algunos de los más importantes.
Genes y tolerancia a los carbohidratos
Cuando se trata de metabolizar los carbohidratos, nuestro ADN puede jugar un papel importante. Por ejemplo, variaciones en genes como el gen GLUT2 (transportador de glucosa 2) y el gen GCK (glucokinasa) pueden afectar la forma en que nuestro cuerpo procesa y utiliza la glucosa. Esto puede influir en nuestra capacidad para mantener niveles saludables de azúcar en sangre después de consumir carbohidratos, lo que a su vez puede afectar nuestra tolerancia a los carbohidratos y nuestro riesgo de desarrollar condiciones como la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2.
Genes y obesidad
La obesidad es una condición multifactorial en la que la genética desempeña un papel significativo. Variaciones en genes relacionados con el control del apetito, como el gen MC4R (receptor melanocortina 4) y el gen FTO (obesidad asociada a la grasa), pueden influir en nuestra tendencia a sentir hambre y a comer en exceso. Del mismo modo, genes relacionados con el metabolismo de las grasas y con la inflamación, como el gen PPARgamma (receptor gamma activado por proliferadores de peroxisomas) y el gen ADIPOQ (adiponectina), pueden afectar la forma en que nuestro cuerpo almacena y utiliza la energía, lo que puede contribuir a la obesidad.
Genes y rendimiento físico
El rendimiento físico también puede estar influenciado por nuestra genética. Por ejemplo, variaciones en genes como el gen ACTN3 (alfa-actinina-3) y el gen PPARalfa (receptor alfa activado por proliferadores de peroxisomas) pueden influir en nuestra capacidad para utilizar y almacenar energía durante el ejercicio físico. Además, genes relacionados con la respuesta al ejercicio, como el gen ACE (enzima convertidora de la angiotensina), pueden influir en nuestra capacidad para adaptarnos y responder al entrenamiento físico.
Complejidad de la genética en el campo de la nutrición
La aplicación de la nutrigenética en la nutrición personalizada ofrece un enfoque innovador y prometedor para optimizar la salud y el bienestar de las personas. Al comprender cómo nuestras variaciones genéticas individuales influyen en nuestra respuesta a la dieta y los nutrientes, los profesionales de la salud pueden ofrecer recomendaciones nutricionales más precisas y personalizadas, adaptadas a las necesidades específicas de cada persona.
Sin embargo, la interacción entre nuestros genes y la dieta es extremadamente compleja y aún no completamente comprendida. Los resultados de los test de nutrigenética pueden proporcionar información útil, pero no ofrecen una imagen completa de cómo nuestra genética interactúa con otros factores, como el medio ambiente y el estilo de vida.
Es importante destacar que, si bien nuestra genética puede predisponernos a ciertas condiciones como la obesidad o la diabetes tipo 2, también podemos tomar medidas para optimizar nuestra salud a través de una dieta y un estilo de vida adecuados, mitigando así el efecto de los genes mencionados y responsabilizándonos de nuestro propio bienestar.
Bibliografía
- Aguilera CM, Olza J, Gil A. Genetic susceptibility to obesity and metabolic syndrome in chilhood. Nutr Hosp. 2013;28:44–55.
2. Gkouskou KK, Grammatikopoulou MG, Lazou E, Vasilogiannakopoulou T, Sanoudou D, Eliopoulos AG. A genomics perspective of personalized prevention and management of obesity. Hum Genomics [Internet]. 2024;18(1). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1186/s40246-024-00570-3
3. Moran Salvador E. Papel del receptor nuclear PPARgamma en la inflamación y la esteatosis hepática [Internet]. [Barcelona]: Universitat de Barcelona. Departament de Ciències Fisiològiques I; 2013. Disponible en: http://hdl.handle.net/10803/293262