Una hidratación correcta es un hábito muy importante para nuestra salud, ya que nuestro cuerpo contiene aproximadamente entre un 60-75% de agua.
El agua es un elemento que participa en muchas funciones fisiológicas y metabólicas como es, en el transporte del oxígeno, la digestión, presión arterial etc., e influye en nuestras capacidades cognitivas y nuestro estado de ánimo.
Deshidratación
Una falta de ingesta de agua puede conducir a una deshidratación, que a su vez, influye en muchas funciones de nuestro organismo, produciendo malestar, cambios de humor, dolores de cabeza, etc. En concreto una deshidratación superior al 2% influye en el rendimiento físico aeróbico e intelectual, pudiendo afectar a la función cerebral y al funcionamiento de ciertos neurotransmisores. La deshidratación es un fenómeno aún más común en la época del verano, gracias al aumento de las temperaturas que conducen a una mayor pérdida del agua, por lo tanto, es algo que tenemos que cuidar.
Recomendaciones de ingesta diaria
La autoridad europea de seguridad alimentaria (EFSA) establece como ingesta recomendada de agua de 2 litros para mujeres y 2,5 litros para hombres.
Formas de hidratarte
Aunque el agua es la opción más saludable para cumplir con el requerimiento mínimo de líquidos diarios, existen también maneras través de bebidas y la alimentación para ingerir la cantidad del líquido necesario. Como media ha estimado que los alimentos proveen alrededor del 20-30% del agua en la ingesta dietética, mientras que las bebidas el 70-80% restante. En el caso de las bebidas es necesario prestar atención a la información nutricional y tener en cuenta el contenido de azúcar, sal, gas, y el alcohol, puesto que contribuyen a acelerar aún más la deshidratación.
Investigaciones sobre el estado de hidratación y su influencia en la capacidad cognitiva y el rendimiento físico
Hoy en día el agua es considerado un nutriente esencial en nuestro organismo y cada vez se investiga mas su importancia y sus efectos en nuestra salud. En concreto, resultados de investigaciones señalan que el estado de hidratación puede influir en la capacidad cognitiva y en el rendimiento físico.
El cerebro contiene gran cantidad de agua (aproximadamente un 75 %). Esta misma interviene en la regulación de las funciones cerebrales, entre las que la cognición es fundamental. Algunos estudios refieren una menor memoria a corto plazo y menor capacidad de atención, funciones ejecutivas y de coordinación en aquellos adultos con una deshidratación mayor del 2 % de la masa corporal, fundamentalmente por ejercicio físico.
En relación con el estado de ánimo y la hidratación hay escasos estudios, aunque en general se comprueba que el aumento de la ingesta de agua se asocia a una disminución del riesgo de confusión, mientras que la menor ingesta se asocia a empeoramiento del humor, menor felicidad y satisfacción.
Si durante la actividad física se llega a la deshidratación, aumenta el esfuerzo cardiovascular y termorregulador, lo que disminuye el rendimiento físico y puede llegar a producir un golpe de calor. Una revisión indica que la reducción ≥ 2 % de la masa corporal puede disminuir la resistencia del ejercicio por culpa de la mayor necesidad y el mayor esfuerzo de oxigenación que necesita cubrir nuestro cuerpo para poder realizar el ejercicio.
Bibliografia:
Iglesias Rosado C., Villarino Marín A. L., Martínez J. A., Cabrerizo L., Gargallo M., Lorenzo H. et al . Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD 2010. Nutr. Hosp. 2011 ; 26( 1 ): 27-36. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112011000100003&lng=es.
Salas-Salvadó Jordi, Maraver Francisco, Rodríguez-Mañas Leocadio, Sáenz de Pipaon Miguel, Vitoria Isidro, Moreno Luis A. Importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedad: situación actual. Nutr. Hosp. 2020; 37(5): 1072-1086. https://dx.doi.org/10.20960/nh.03160.
Perales-García Aránzazu, Estévez-Martínez Isabel, Urrialde Rafael. Hidratación: determinados aspectos básicos para el desarrollo científico-técnico en el campo de la nutrición. Nutr. Hosp. 2016; 33:4: 12-16. Disponible en: https://dx.doi.org/10.20960/nh.338.