Introducción
El hallazgo de hipovitaminosis D en el embarazo ha impulsado el debate acerca de su suplementación.
Por un lado, existen claras evidencias de una alta prevalencia de hipovitaminosis D. Sin embargo, no hay consenso sobre el uso de suplementos a nivel poblacional en mujeres embarazadas debido al riesgo de complicaciones relacionadas con la hipervitaminosis D.
Un tema de interés es el punto de corte de los niveles de vitamina D. Se proponen 20 ng/ml para la población general sana por el Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM) y 30 ng/ml para pacientes apoyada por diferentes sociedades científicas internacionales y nacionales.
El debate tiene una clara dimensión pediátrica. La administración de suplementos de vitamina D durante el embarazo influye en la salud del recién nacido ya que en sus niveles existe una correlación positiva.
La producción endógena durante la exposición a la luz solar es la principal fuente de vitamina D, mientras que la procedente de la ingesta alimentaria es de menor importancia. Sin embargo, su contribución relativa es variable ya que depende de múltiples factores, como la edad, la latitud, la estación, las horas de exposición al sol, el uso de cremas solares, la contaminación del aire, la vestimenta, la pigmentación de la piel y los patrones dietéticos.
El objetivo de este estudio fue medir la prevalencia de hipovitaminosis D en las mujeres embarazadas y la sangre de cordón umbilical e identificar los factores de protección y de riesgo.
Métodos
Se realizó un estudio observacional de un año de duración midiendo los niveles de vitamina D en madres y en sangre de cordón umbilical de recién nacidos. Se registraron variables relacionadas con las características de la madre, el parto y la exposición al sol.
Resultados
Se encontraron valores menores de 20 ng/ml en el 64. 4% de 745 madres y el 41. 3% de 560 recién nacidos y menores de 30 ng/ml en el 88. 7% y 67. 1% respectivamente.
Los niveles medios fueron más altos en verano-otoño que en invierno-primavera (21.73 y 13.70 ng/ml en madres y 29. 04 y 20. 49 ng/ml en cordón) y mayores en el cordón umbilical que en el plasma materno.
Los embarazos múltiples y el origen no europeo fueron factores de riesgo de hipovitaminosis materna mientras que la suplementación materna, la actividad física y la exposición al sol tuvieron un efecto preventivo.
Conclusiones
Las altas tasas de hipovitaminosis respaldan la política de dar suplementos dietéticos a los recién nacidos. El alto nivel de hipovitaminosis encontrado apoya la extensión del cribado y suplementación a todas las embarazadas y no solamente a aquellas con factores de riesgo.
En definitiva, el principal resultado es una alta tasa de hipovitaminosis en madres y recién nacidos de la población general. Esta investigación confirma los resultados de otros estudios en España. También son acordes con los niveles de hipovitaminosis D en mujeres embarazadas de otras zonas de Europa, América y Asia.
La mayor diferencia entre madre e hijo en las temporadas de baja exposición solar puede interpretarse como un efecto protector. Este mecanismo protector garantizaría niveles adecuados en el feto y el recién nacido en un período de rápido crecimiento. Así, surge la hipótesis de la existencia de un efecto protector. En concreto, se basa en que la diferencia es menor en las temporadas de mayor exposición solar.
Este hallazgo sugiere que cuando la disponibilidad de vitamina D es baja, el metabolismo materno facilita el mantenimiento de los niveles del recién nacido, incluso cuando los de la madre disminuyen.
Podría interpretarse como una ventaja evolutiva que aumentaría la probabilidad de un resultado con éxito del embarazo.
Fuente
Revista Anales de Pediatría. Vol. 91. Núm. 2. páginas 96-104 (Agosto 2019).