En varios estudios, se demostró que el mayor consumo de yogur repercutió de una manera inversa con la prevalencia de NAFLD o enfermedad del hígado graso no alcohólico recién diagnosticado.
El estudio, publicado en European Journal of Clinical Nutrition, elimina parte del vacío de conocimiento existente entre la asociación entre el consumo de yogur y la enfermedad hepática no alcohólica.
Enfermedad hepática no alcohólica
La enfermedad de hígado graso no alcohólico (NAFLD) es la acumulación de grasa en el hígado que NO es causada por consumir demasiado alcohol. Las personas que la presentan no tienen antecedentes de consumo excesivo de alcohol. La NAFLD está estrechamente relacionada con el sobrepeso.
En muchas personas, la NAFLD no causa síntomas o problemas. Una forma más grave de la enfermedad se conoce como esteatosis hepática, que puede causar insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
Cambios en el estilo de vida para mejorar la enfermedad hepática no alcohólica
Afortunadamente, la modificación del estilo de vida (incluida la dieta y el ejercicio) es beneficiosa para la prevención de NAFLD. Según este estudio, la ingesta de yogur es beneficiosa. Hasta la fecha, otros dos ensayos controlados aleatorios (ECA) han demostrado que el consumo de yogur probiótico podría mejorar la esteatosis hepática y las concentraciones de enzimas hepáticas en pacientes con esta patología.
Un estudio con 24.389 adultos
En este estudio se incluyeron 24.389 adultos. El consumo de yogur se estimó mediante el uso de un cuestionario de frecuencia alimentaria auto administrado validado. El diagnóstico de hígado graso no alcohólico (NAFLD), se realizó por ecografía abdominal. Se utilizaron modelos de regresión logística para evaluar la asociación entre las categorías de consumo de yogur y el NAFLD recién diagnosticado.
Por ahora, pocos estudios se han centrado en la asociación del consumo de yogurt y NAFLD en una población general.
¿Por qué el yogur resulta beneficioso en la enfermedad hepática no alcohólica?
Si bien, los mecanismos exactos detrás de esta asociación inversa siguen siendo desconocidos, hay aspectos que pueden explicar en parte los resultados observados.
- Primero, el yogur es una rica fuente de probióticos. Los experimentos con animales han sugerido que los probióticos pueden retrasar el desarrollo de NAFLD al suprimir la ruta de señalización del receptor 4 de tipo lipopolisacárido en el hígado.
- En segundo lugar, estudios previos han demostrado que los probióticos del yogur poseen actividad antiinflamatoria, antioxidante e inmunomoduladora, lo que podría mediar la menor prevalencia de NAFLD entre individuos con mayor consumo de yogur.
- En tercer lugar, el yogur es uno de los alimentos más ricos en nutrientes que son ricos en proteínas, minerales (p. ej., calcio, magnesio, potasio) y vitaminas. La evidencia ha demostrado que una mayor ingesta de calcio contenido en el yogur se asocia con un aumento de la oxidación de grasas en todo el cuerpo. Por lo tanto, la asociación inversa podría explicarse en parte por el aumento de las tasas de oxidación de grasas en todo el cuerpo.
- Cuarto, un estudio en animales encontró que las combinaciones de calcio y vitamina D podrían prevenir el desarrollo de NAFLD.
Este estudio tiene ventajas importantes, incluido el gran tamaño de la muestra y una amplia información sobre el estilo de vida y los factores dietéticos.
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Conclusión
En conclusión, el mayor consumo de yogur se asoció inversamente con la prevalencia de NAFLD recién diagnosticado. Es necesario confirmar estos resultados en ensayos controlados aleatorios o estudios prospectivos.
Fuente
Zhang S, Fu J, Zhang Q, et al. Association between habitual yogurt consumption and newly diagnosed non-alcoholic fatty liver disease. European Journal of Clinical Nutrition. 2020 Mar; 74 (3): 491-499. DOI: 10.1038 / s41430-019-0497-7.