Reducir la ingesta de carbohidratos en la dieta podría ayudar a mantener la pérdida de peso, según sugiere una investigación reciente. Como consecuencia de esta reducción de carbohidratos se incrementaría el gasto energético durante el mantenimiento de la pérdida de peso.
Este efecto metabólico puede mejorar el éxito del tratamiento de la obesidad, especialmente entre aquellos con alta secreción de insulina.
Objetivo:
Determinar los efectos de las dietas que varían su proporción de carbohidratos hacia grasas en el gasto total de energía.
Metodología
El ensayo incluyó a 234 adultos con sobrepeso, con un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más. Todos ellos participaron en una dieta inicial para perder peso durante aproximadamente diez semanas. De estos, 164 lograron una pérdida de peso objetivo de alrededor del 12% del peso corporal.
Después de una pérdida de peso del 12% con una dieta inicial, los participantes fueron asignados al azar a una de las tres dietas de prueba según el contenido de carbohidratos (alto, 60%, n = 54; moderado, 40%, n = 53; o bajo, 20%, n = 57) durante 20 semanas. Todas las dietas contenían un 20% de proteínas, es decir, se evaluaban dietas altas en carbohidratos versus altas en grasas.
Durante 20 semanas, su ingesta calórica se valoró cuidadosamente para garantizar que no perdieran ni ganaran peso.
Resultados:
Finalmente, tras 20 semanas de comidas reglamentadas, se analizó el gasto energético y se observó que los participantes en la dieta baja en carbohidratos tenían un gasto total de energía significativamente mayor que los de los otros grupos. En suma, estaban quemando unas 209 calorías por día más que el grupo alto en carbohidratos.
Conclusiones:
En definitiva, reducir los carbohidratos en la dieta incrementó el gasto energético durante el mantenimiento de la pérdida de peso. En consecuencia, este efecto metabólico puede mejorar el éxito del tratamiento de la obesidad.