El estudio de la Salud de las Enfermeras (The Nurses’ Health Study) es una de las mayores investigaciones y más prolongadas sobre la salud de la mujer. Comenzó en 1976 y se amplió en 1989. La información proporcionada por sus 238.000 enfermeras participantes ha permitido producir avances clave en literalmente cientos de temas que alteran la práctica médica y han cambiado directrices dietéticas importantes. El estudio se lleva a cabo por investigadores de la Escuela de Harvard de Salud Pública y el Hospital Brigham and Women de Boston, Massachusetts.
Pues bien, dentro de esta investigación, el equipo de la Dra. Ying Bao, del BWH (Brigham and Women’s Hospital) en Boston, Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que los frutos secos podrían ejercer su influencia beneficiosa gracias en parte a su efecto reductor de la inflamación sistémica.
El equipo midió tres biomarcadores bien establecidos de la inflamación: CRP, IL6 y TNFR2. Aún teniendo en cuenta las diferencias de edad, de historial médico, de estilo de vida y de otras variables, los resultados indicaron que los participantes que habían consumido cinco o más raciones de frutos secos por semana tenían niveles más bajos de CRP e IL6 que aquellos que nunca o casi nunca los comían. Los cacahuetes y los frutos secos contienen una serie de componentes saludables. Los investigadores aún no han determinado cuáles de ellos ofrecen protección ante la inflamación, o si eso se consigue por la combinación de todos, pero Bao y sus colegas están interesados en explorar más la cuestión a través de ensayos clínicos en los cuales se regularía la dieta.
Fuente: http://ajcn.nutrition.org/content/early/2016/07/26/ajcn.116.134205.abstract