La sal suele encontrarse en gran cantidad en alimentos ultraprocesados, debido a que actúa como potenciador del sabor y mejora su conservación.
Consumo
Su consumo se encuentra entre 9-12 gramos diarios, muy por encima de la cantidad recomendada por la OMS, que es de 5 gramos diarios.
¿El problema es la sal?
El principal problema, no es la sal en sí, si no, su contenido en sodio, ya que el consumo de este mineral en exceso hace que aumente la presión arterial, dando lugar a problemas cardiovasculares. Además, este ingrediente siempre suele estar presente en gran cantidad en alimentos no saludables por lo que su consumo es mayor.
Equilibrio
Nuestro organismo mantiene el contenido de sodio dentro de unos límites. La forma de obtención del sodio es a través de la alimentación, mientras que la principal manera de excreción se realiza a través de la orina.
Como se citó anteriormente, la patología principal a la que puede dar lugar un exceso de sodio es la hipertensión; una manera de hacerle frente sería a través de una alta ingesta de potasio. El potasio, es un mineral que estimula justamente lo contrario que el sodio, es decir, es hipotensor. Se encuentra en gran cantidad en frutas y verduras, alimentos que en general, no son muy consumidos. Este desequilibrio, sería el detonante de la aparición de la hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares.
Ultraprocesados
La sal suele ser el principal ingrediente de alimentos no saludables, como ya se conoce. Esto deriva también indirectamente a la aparición de otro tipo de enfermedades como por ejemplo la obesidad.
Diferentes tipos de sal
Con la necesidad de tener que reducir el consumo de sal, la industria alimentaria, saca a la luz diferentes tipos de sales que, ya sea por su aspecto o por su nombre, hacen pensar al consumidor que son más saludables.
Como, por ejemplo, la sal rosa del himalaya, sal marina, sal yodada… ¡incluso sal sin sodio! Ningún tipo de sal nos va a beneficiar, los primeros tipos siguen conteniendo mucha cantidad de sodio y, la sal sin sodio, contiene cloruro de potasio que tampoco es muy recomendable consumir. Por lo que, lo mejor es intentar reducir el consumo de cualquier tipo sal, tanto de alimentos pre elaborados como de platos que elaboras tú mismo.
Evidencia científica
Muchos estudios verifican que la reducción de la ingesta de sal ayuda a reducir gran cantidad de patologías tanto directas como indirectas.
En un estudio se evidencia una variación del riesgo de embolia del 23% para una diferencia en la ingesta de sodio de 5 g/día, así como del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Otro estudio hace referencia a que la reducción del consumo de sal en Noruega de hasta 6 g/día, implicaría un incremento en la esperanza de vida de 1,6 meses y un ahorro neto de costes de 4,72 millones $/año. En otro estudio realizado en USA, la reducción de sal en 3 g/día reduciría también de manera significativa los casos de enfermedades cardiovasculares.
Bibliografía
Quílez J, Salas Salvado J. La ingesta de sal y el consumo de pan. Una visión amplia de la situación. Revista española de nutrición humana y dietética, ISSN 2173-1292, Vol.17, Nº2, 2013 págs. 61-72
Página oficial de la OMS. Centro de prensa; 29 de Abril 2020 (29 de Marzo de 2022).Reducir el consumo de sal, datos y cifras. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/salt-reduction