Alimentarse de forma restringida en el tiempo –un fenómeno conocido como ayuno intermitente– posee ciertos beneficios para las personas con síndrome metabólico, un grupo de trastornos que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Eso sí, se necesitan estudios más grandes antes de que llegue a las consultas.
Ayuno, algo que todos hacemos
El ayuno es el cese voluntario de la ingesta de alimentos por un tiempo determinado. Por ejemplo, durante las horas de sueño. Ayunar, tiene efectos biológicos sobre nuestro organismo con independencia del motivo por el que lo hagamos. Dicho esto, no es algo reservado a las prácticas religiosas, motivos culturales, modas o ansias por perder peso. Aunque de primeras suene como una práctica particular, como veis, es algo que todos hacemos de una manera intermitente.
El último trabajo ha sido realizado por investigadores de la Universidad de California y aparece publicado en Cell Metabolism.
El trabajo analiza la influencia del ayuno sobre la pérdida de peso, azúcar sanguíneo y presión arterial de personas con síndrome metabólico. Se calcula que un tercio de los adultos y más del 50% de las personas ≥ 60 años lo padecen.
El síndrome metabólico es un grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo. Suponen un aumento del riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Incluye hipertensión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.
El estudio y sus conclusiones
Participaron un total de 19 personas con síndrome metabólico. Se les permitió comer lo que desearan siempre que lo hicieran en un espacio de 10 o menos horas diarias. La mayoría de las personas padecían obesidad, y el 84% tomaba al menos un medicamento.
“De forma general, los pacientes eligieron desayunar más tarde, unas dos horas después de despertarse, y cenar más temprano, unas tres horas antes de irse a la cama”, indica Panda. Tras las 12 semanas, se redujo de media un 3 % su peso, índice de masa corporal (IMC) y grasa abdominal/visceral.
Muchos también disminuyeron su colesterol y presión arterial y mejoraron los valores de glucosa en ayunas. “Además de las mejoras observadas en el peso corporal y los síntomas del síndrome metabólico, el 70 % también informó de una mayor calidad y cantidad del sueño”, continúa la experta.
También reportaron en general tener más energía, y algunos pudieron bajar o dejar de tomar sus medicamentos después de completar el estudio. En general, los pacientes dijeron que el plan era más fácil de seguir que contar calorías o embarcarse en un programa de ejercicios.
Esta intervención con ayuno intermitente mejoró la salud cardiometabólica en pacientes con síndrome metabólico que recibían atención médica estándar, incluidas altas tasas de estatinas y uso antihipertensivo.
Del estudio se deduce que, el ayuno intermitente, es una intervención del estilo de vida potencialmente poderosa que se puede agregar a la práctica médica estándar para tratar el síndrome metabólico. En concreto, restringir la alimentación a 10 horas es una intervención efectiva para ayudar a los pacientes con prediabetes, hipertensión o colesterol alto.
“Es pronto para decir que esto cambiará la práctica clínica. Se necesitan estudios más grandes antes de implementar recomendaciones”, afirman los autores
Eso sí, para cualquier persona que esté considerando probar el ayuno intermitente, los autores recomiendan consultar primero con un médico. “Cuando alguien baja de peso necesita verificar con su médico si sus medicamentos necesitan ser ajustados”, subraya Taub.
Fuente
Wilkinson MJ, Manoogian ENC, Zadourian A, Lo H, y cols. Ten-Hour Time-Restricted Eating Reduces Weight, Blood Pressure, and Atherogenic Lipids in Patients with Metabolic Syndrome. Cell Metab. 2 Dic 2019. pii: S1550-4131(19)30611-4. doi: 10.1016/j.cmet.2019.11.004. PMID: 31813824
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