Un equipo de investigadores del SBP (Sanford Burnham Prebys Medical Discovery Institute) en Estados Unidos, se ha centrado en mTORC1 (un complejo proteínico que detecta los niveles de nutrientes) como regulador esencial del amarronamiento de la grasa. La activación de mTORC1 es esencial para la estimulación de dicho amarronamiento del tejido adiposo. Las terapias que promueven esto tienen un gran interés como forma de ayudar a las personas a quemar más calorías independientemente del ejercicio que realicen.
La grasa marrón o parda gasta energía mediante la generación de calor, y evolucionó como una forma de hacer que el cuerpo permanezca caliente y así el individuo sobreviva al tiempo frío. Los adultos con cantidades de grasa marrón más elevadas que la media tienen una mayor probabilidad de mantener un peso saludable y menos posibilidades de desarrollar resistencia a la insulina. En cambio, la grasa blanca actúa como un aislante térmico que protege a los órganos internos.
El hallazgo aporta datos importantes al conocimiento científico sobre el amarronamiento de la grasa, que ayudarán a determinar qué pasos podrían ser tenidos en cuenta en futuros fármacos para tratar la obesidad.
Referencia: Enlace al artículo completo: https://www.jci.org/articles/view/83532