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FRUTOS SECOS

Anacardo, el fruto seco ideal para consumir entre horas

Los anacardos, también llamados castañas de Cajú o nueces de la India, son el fruto de un árbol originario de Venezuela y el noreste de Brasil, y cuyo consumo, hoy en día, está totalmente extendido a nivel mundial.

El anacardo destaca como uno de los frutos secos más saludables debido a su perfil nutricional, nos aporta ácidos grasos monoinsaturados, como los del aceite de oliva, los más beneficiosos para el sistema cardiovascular.

Valor nutricional

Por ración de 30 g

Valor energético: 172 kcal

Grasas: 14 g
Saturadas: 1,6 g
Monoinsaturadas: 2,3 g
Poliinsaturadas: 10 g

Hidratos de carbono: 10 g

Fibra: 1 g

Proteína: 4,6 g

Agua: 1,30 g

 

Beneficios para la salud

Fuente de minerales

El cobre y el magnesio, dos minerales que escasean en muchos alimentos, se hallan en abundancia en los anacardos. El cobre participa en la formación de los glóbulos rojos, en el mantenimiento de las estructuras de los vasos sanguíneos, los nervios, los huesos, el cabello y la piel, en la producción de energía a partir de los nutrientes, y sobre todo en el funcionamiento del sistema inmunitario. En cuanto al magnesio, un mineral esencial para los sistemas nervioso y musculoesquelético, un puñado de anacardos cubre hasta el 26% de las necesidades diarias.

Además de cobre y magnesio, el anacardo contiene cantidades significativas de hierro, zinc, fósforo y selenio .

Fruto seco rico en proteínas

Cada 100 g aportan 15 g de proteínas, por lo que una ración proporciona el 10% de las necesidades diarias. Pero lo más interesante es que los aminoácidos se hallan en las proporciones ideales para su asimilación. Así favorecen la perfecta regeneración de los tejidos y el desarrollo de los procesos fisiológicos.

Destaca la proporción de triptófano, que en el anacardo es más alta que en cualquier otro alimento: en 30 g contiene 72 mg de triptófano.

anacardos
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Mil maneras de consumirlo

Su sabor y su textura melosa los hace muy diferentes a otros frutos secos, especialmente cuando se cocinan. Se complementan muy bien con especias como la pimienta o el cardamomo, y con otros ingredientes como el coco o el jengibre.

Los podemos utilizar para enriquecer platos de arroz basmati o cuscús.

También, salteados con espinacas, resultan deliciosos. Combinan muy bien con todo tipo de hortalizas. Bien picados también pueden dar consistencia y textura a croquetas de mijo o seitán.

Las ensaladas son ideales para incluir anacardos, sobre todo si llevan manzana, escarola, zanahorias o calabaza.

La particularidad del anacardo radica en que este árbol produce al mismo tiempo una fruta fresca (llamada «manzana de anacardo») y una semilla que cuelga del fruto, y que constituye el fruto seco que conocemos hoy en día.

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