Las cerezas son un alimento estupendo durante todas las etapas de la vida: niños, adolescentes, adultos y ancianos.
1- Las antocianinas podrían aumentar la producción de insulina por parte del páncreas y reducir los niveles de glucosa en sangre al favorecer que los carbohidratos complejos se transformen en glucosa más lentamente. Estas evidencias sugieren que el consumo de cerezas ayudaría a mantener una adecuada regulación de la glucosa. También podrían ayudar a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol, así como la presión sanguínea.
2- Por otro lado, las antocianinas inhiben a la enzima xantina oxidasa, involucrada en la síntesis de ácido úrico. Eso hace de las cerezas un buen aliado en casos de ácido úrico elevado, resultando beneficiosas para prevenir gota. De hecho, el consumo de cerezas combinado con medicación para la gota puede disminuir hasta en un 75% los ataques de esta enfermedad.
3- Las cerezas pueden ayudar a reducir el daño muscular inducido por el ejercicio y la pérdida de fuerza, efecto que parece mediado por las antocianinas y otros compuestos fenólicos presentes en esta fruta.
4- El triptófano y la serotonina promueven un buen estado de ánimo durante el día y, por la noche, la hormona melatonina actúa favoreciendo el sueño. Las cerezas, por su contenido en estos compuestos, podrían ayudar a mejor la cantidad y calidad del sueño, así como la función cognitiva.
5- Las cerezas son fuente de polifenoles y vitamina C, que tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Así, su consumo reduce el estrés oxidativo, la inflamación, la presión sanguínea y la artritis. También disminuye la hemoglobina A1c, una proteína que mide la cantidad de glucosa adherida a hemoglobina, así como los niveles de colesterol LDL.