La nata es un producto lácteo rico en materia grasa de tonalidad blanca o amarillenta que proviene de la grasa de la leche. Es obtenido a través del proceso o centrifugación de la leche y, a diferencia de otros derivados lácteos, la nata cuenta con un bajo contenido en lactosa y proteínas. Además no contiene gluten, lo que la convierte en un alimento apto para celíacos.

Este ingrediente natural de suave y delicioso sabor es muy utilizado en la cocina debido a su versatilidad, ya que puede utilizarse tanto para recetas dulces como saladas. En algunos países es conocido como crema de leche, pero si algo tienen en común todas las natas es que las recetas elaboradas con este producto destacan por su textura cremosa y por la suavidad que aportan.

Nata con ingrediente naturales, el sabor de siempre

Los platos elaborados con nata marcan la diferencia y encantan a todo el mundo, conservando todas sus cualidades nutricionales y organolépticas. Por eso es importante apostar por aquellas natas elaboradas con ingredientes naturales, como la gama de Natas de Central Lechera Asturiana.

En Central Lechera Asturiana se hace una firme apuesta por los productos naturales y por la sostenibilidad, por eso sus natas para cocinar y para montar 38% materia grasa no incluyen aditivos artificiales entre sus ingredientes. Son, sin lugar a dudas, el mejor ejemplo de productos elaborados con ingredientes 100% naturales, sin espesantes y sin estabilizantes artificiales, manteniendo el sabor de siempre. 

Por esta razón el Club de Guisanderas de Asturias siempre elige las natas Central Lechera Asturiana, porque están comprometidas con la cocina natural, sana y tradicional que pueden elaborar gracias a productos como estos.

Todos los beneficios de la nata

En muchas ocasiones se piensa que la nata es un alimento que no debe incluirse en nuestras dietas por ser un alimento graso, pero no es cierto si se consume en las cantidades adecuadas y de forma ocasional. El consumo moderado de nata aporta beneficios para el organismo y, además, a día de hoy existen diferentes tipos de natas con mayor y menor porcentaje de materia grasa.

La nata contiene un tercio de la proteína y la mitad de la lactosa de la leche, en una pequeña proporción de agua. Aunque los distintos tipos de nata pueden diferir en el contenido final de materia grasa, destaca su aporte en vitamina A, que supera unas seis veces, e incluso más, el contenido de la leche entera de la que procede. Igualmente, aunque en menor proporción, también es rica en vitamina D. Respecto a su aporte mineral, destaca su contenido en calcio, aunque en cantidades inferiores a la leche de partida.

Su consumo debe ser moderado, sin embargo, por su elevado aporte calórico, pueden ser de gran utilidad en situaciones de desnutrición por falta de calorías.

Consideramos una ración en adulto medio:

• Nata líquida: ½ cucharada (sopera), 10 g

• Nata montada: 1 cucharada (sopera), 20 g

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