El papel de la leche en la alimentación de las personas mayores ha sido motivo de gran interés en los últimos años. Un meta-análisis concluyó que el consumo de leche está inversamente asociado con el riesgo global de enfermedad cardiovascular, que es la mayor causa de mortalidad. La dieta de las personas mayores, a menudo, sufre modificaciones ya que a medida que aumentan los años, aparecen problemas a nivel de movilidad intestinal, en la masticación y el intestino no absorbe tan bien como lo hacía hasta entonces. Además, también puede disminuir el apetito.

La dieta, en este periodo vital de la vida, debería ayudar a minimizar o a prevenir patologías relevantes. La leche constituye un importante apoyo nutricional en la persona mayor. De manera particular, tiene especial importancia el aporte de vitamina D. De de la misma manera, la deficiencia de vitamina B12 es importante en este grupo poblacional. También, una adecuada ingesta de proteínas podría posponer el desarrollo o progresión de sarcopenia en personas de edad avanzada. La leche y los productos lácteos pueden atender perfectamente a estas necesidades. Juegan con la ventaja que son alimentos de fácil consumo, por lo que asegurar su ingesta puede determinar un adecuado aporte nutricional.