La leche de vaca es un alimento muy completo y equilibrado debido a la riqueza y la variedad de sus elementos nutritivos. Por ello se considera alimento básico y uno de los pilares de la alimentación.
Proteínas
Una de las características más importantes de la leche es que es una excelente fuente de proteína de alto valor biológico que se define como proteína de alta calidad. La fracción proteica de la leche se divide en proteínas del suero, que representan cerca del 20% de la leche, y las caseínas, que representan cerca del 80%. Una de sus funciones más importantes es la formación y reparación de las estructuras corporales. Además de su papel nutricional, las proteínas de la leche tienen también un rol biológico; ayudan en la absorción de otros nutrientes y presenta acciones antibacterianas.
Grasas
El contenido de grasa en la leche es de alto valor energético, sus principales componentes son las grasas saturadas, insaturadas y el colesterol, que son elementos estructurales indispensables para la formación de las membranas celulares y la buena función del sistema nervioso. Algunos de estos lípidos incluyen ácidos grasos que el ser humano no puede sintetizar, como los ácidos linoleico y linolénico, que tiene efectos cardioprotectores, inmunomoduladores, anticancerígenos e hipolipemiantes. En la leche se vehiculizan las vitaminas liposolubles (A, E, D y K) y se absorben conjuntamente. Además, la grasa contribuye a la palatabilidad de los alimentos, y por tanto a un refuerzo del consumo basado en el sentido del gusto.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono tienen como función primordial aportar energía. El cerebro, en condiciones normales, utiliza la glucosa como fuente de energía. Por tanto, los hidratos de carbono son fundamentales en el metabolismo del sistema nervioso central. En la leche, el hidrato de carbono predominante es la lactosa, disacárido compuesto de glucosa y galactosa, que proporciona hasta el 25% de la energía total de la misma.
Vitaminas
La leche, aunque es fuente de las vitaminas A, E, D y K contiene también vitaminas del complejo B (tiamina y riboflavina). Las vitaminas son micronutrientes necesarios para la transformación de los alimentos en energía. La mayoría participa en reacciones fisiológicas y son precursoras de coenzimas que intervienen en dichas reacciones.
Minerales
La leche es una buena fuente de calcio, fósforo, potasio, magnesio, cinc y selenio. Estos elementos tienen una función importante en la regulación y la composición de la masa ósea, de los líquidos extra e intracelulares, forman parte de enzimas, hormonas y moléculas esenciales para la vida.