Actualmente, el seguimiento de unos buenos hábitos alimentarios se ha convertido en una clave para asegurar una buena calidad de vida y prevenir el desarrollo de enfermedades. Entre esos hábitos encontramos el seguimiento de la Dieta Mediterránea (DM), que es considerada como uno de los patrones dietarios con mayor evidencia científica acumulada, en cuanto a los beneficios que aporta en la salud humana.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La DM se caracteriza por ser una dieta rica en ácidos grasos insaturados, fibra dietética, polifenoles, vitaminas y minerales, teniendo en cuenta la distribución correcta de la energía a lo largo del día. Sin embargo, la importancia de este modelo alimentario no se limita solo en su valor nutricional, sino que también es un modelo cultural que abarca la forma en que los alimentos se seleccionan, producen, procesan y distribuyen, en una línea de sostenibilidad.
La densidad nutricional de los lácteos
Los productos lácteos son un grupo de alimentos de alta densidad nutricional ya que aportan proteínas de alto valor biológico, grasas, hidratos de carbono, componentes bioactivos y una amplia gama de vitaminas y minerales. Destacan por su contenido en calcio, magnesio, fosforo y zinc y, además, aporta vitaminas A y D, que son imprescindibles para nuestra salud.
Adicionalmente, el consumo de leche fermentadas, como por ejemplo el yogur, se asocia a una serie de beneficios para la salud, gracias al contenido de probióticos que aporta y que contribuyen a mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal.
Además, el patrón de la DM marca que una hidratación correcta es esencial para garantizar un buen equilibrio de agua corporal. En ese marco los lácteos son alimentos con un elevado contenido en agua.
Posteriormente, en la pirámide de la DM localizamos los productos lácteos con una frecuencia de consumo diario. Además, su consumo está asociado con un patrón alimentario saludable y se ha postulado como un marcador de calidad de la dieta.
3 lácteos al día
La ingesta recomendada diaria de los lácteos, en el marco de una alimentación variada y equilibrada, ayuda a mejorar nuestras funciones fisiológicas y pueden tener beneficios en nuestra salud. Las recomendaciones varían dependiendo de la edad, el sexo y la situación fisiológica. Así, en niños se recomiendan 3 raciones al día; en adolescentes, 4 y, en adultos y adultos mayores, de 2 a 3 raciones al día. Para mujeres embarazadas y gestantes, entre 3 y 4 raciones al día.
Desde Central Lechera Asturiana nos comprometemos a ofrecer productos naturales y saludables en un marco de un desarrollo sostenible.