La leche contiene triptófano, calcio y vitamina B12, esenciales para la duración y calidad del sueño
Algunas personas beben leche antes de acostarse porque aseguran conciliar mejor el sueño. De este modo, hay para quien beber un vaso de leche antes de dormir es todo un ritual.
El motivo principal es que los lácteos contienen triptófano, que es un aminoácido esencial precursor de la serotonina, también conocida como la hormona del sueño (neurotransmisor que modula el estado de ánimo, contribuyendo al bienestar y felicidad). Además, el triptófano, es precursor de la melatonina (hormona que produce el organismo cuando es de noche, y cuya función principal es la regulación de los ciclos de sueño-vigilia), por lo que consumirlo a través de los alimentos nos ayuda a conciliar el sueño.
Pero el triptófano no es el único ingrediente que ayuda a dormir, también el calcio, principal mineral de la leche, está estrechamente relacionado con la activación neuronal de las fases REM y No REM del sueño. Por último, parece fundamental destacar su contenido en vitamina B12, ya que resulta indispensable para la producción y síntesis de melatonina en la glándula pineal.
No se trata de ninguna “fórmula milagrosa”, pero lo cierto es que al consumir leche antes de acostarnos, conseguimos aumentar la concentración de serotonina y melatonina en nuestro organismo en el momento justo para favorecer la aparición del sueño. Además, tomar una bebida caliente aporta una mayor relajación. De este modo la leche nos ayuda a caer en brazos de Morfeo.