Una buena alimentación es siempre importante, independiente de la edad que tengamos. La alimentación saludable nos aporta energía y puede ayudar a prevenir enfermedades, como la osteoporosis, la hipertensión arterial o la diabetes, entre otras muchas.
Pero a medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia y nuestras necesidades nutricionales también, y es importante saber cómo para evitar riesgos en nuestra salud.
Claves para una vejez saludable
Evitar el estrés, hacer ejercicio físico, llevar una buena alimentación, aprender técnicas específicas de memoria, control de enfermedad y fármacos son las claves para tener una vejez saludable. Además, beber leche y tomar el sol son dos de los hábitos que deben adoptar las personas mayores para obtener la vitamina D necesaria para el metabolismo del calcio, según asegura la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
De manera general, las personas mayores suelen presentar déficit de calcio que deben suplir con el consumo de lácteos y sus derivados. Estos alimentos contienen una cantidad significativa de calcio y aportan un 15% de la cantidad recomendada por lo que contribuyen a cubrir parte de las demandas de este mineral.
¿Cuántos lácteos deben consumir las personas mayores?
FeNIL aconseja a las personas mayores consumir entre tres y cuatro raciones diarias al día de lácteos, puesto que considera que la promoción de la salud y la alimentación sana son claves para un envejecimiento activo.
La leche y los productos lácteos son ricos en proteínas, calcio, riboflavina, contienen tiamina, folato, niacina, vitaminas B12 y D, magnesio, zinc y fósforo, y son de fácil uso y conservación.