¡Aprende a prepararlo!
La receta de bizcocho de yogur con vainilla y limón es para muchos uno de los primeros acercamientos que hemos tenido en la cocina como pequeños chefs o ayudantes. Esto suele ocurrir porque la receta de bizcocho de yogur es, además de exquisita, muy fácil de hacer. Bizcocho, yogur, limón… ¿Quién no recuerda con ilusión las primeras veces que podías ayudar en la cocina durante las tardes de mal tiempo?
El bizcocho de yogur es una receta sencilla de la que además disfrutábamos más todavía con el orgullo de haber formado parte de su elaboración. ¡Vamos a despertar los recuerdos del pequeño repostero de aquellas tardes repasando cómo se hacía el bizcocho de yogur!
Esta receta de bizcocho es de lo más completa. El toque de zumo de limón y la esencia de vainilla lo convierten en la merienda perfecta para toda la familia. No lo olvides, esta receta de bizcocho de yogur te salvará la vida en más de una ocasión y a los más peques de la familia les encantará participar en su elaboración.
Si lo que buscas es diferentes recetas de bizcochos, en el blog de recetas de postres de Central Lechera Asturiana no te pierdas la mejor receta de bizcocho de tres leches y la receta de bizcocho de yogur individual. Si te apasionan las recetas de postres y quieres probar con alguna receta clásica nuestra recomendación son las torrijas con leche, ¡deliciosas!
En primer lugar, encendemos el horno y lo precalentamos a 180º.
Mientras el horno alcanza la temperatura adecuada, vamos separando las yemas de huevo, exprimiendo el jugo del limón y rallando su piel.
Añadimos 200 gramos de azúcar glass y batimos todo.
A la mezcla que acabamos de hacer con las tres yemas de huevo, el limón y el azúcar glass, le añadiremos dos yogures naturales de Central Lechera Asturiana. Podemos elegir la clase de yogur que queramos para potenciar el sabor de nuestro bizcocho.
Añadimos también los 15 centilitros de aceite de oliva. Es preferible elegir un aceite de oliva de sabor suave. Aunque sea una cantidad pequeña, un sabor demasiado fuerte a aceite puede estropear tu receta de bizcocho de yogur.
Removemos toda la mezcla que hemos logrado con las yemas, el limón, los yogures y el aceite. Después, añadimos los 250 gramos de harina y los 12 gramos de levadura tamizando poco a poco sobre la mezcla para evitar que se formen grumos en la masa.
A continuación, montamos las claras de los huevos que hemos dejado reservadas previamente. Debemos ponerlas a punto de nieve e incorporarlas poco a poco al bol mientras removemos de forma muy cuidadosa y suave.
Engrasamos el molde con un poco de mantequilla Central Lechera Asturiana para evitar que nuestro bizcocho de yogur se pegue. Además, añadimos un poco de harina espolvoreada y, finalmente, sacudimos para eliminar el exceso.
Metemos el molde con la mezcla en el horno a 180 grados durante 40 minutos. Es importante colocarlo en el centro del horno a media altura y sin activar la función ventilador.
El bizcocho de yogur se cocina normalmente en 40 minutos, pero si tienes alguna duda sobre si está listo o no, no tienes más que pincharlo con un palillo largo. Si al sacar el pincho sale totalmente limpio, es que la masa está lista para salir del horno.
Ten en cuenta que en las recetas que integran limón, como el bizcocho de limón o la tarta de yogur de limón, siempre debes tener cuidado con las cantidades por si alguno de los comensales es especialmente sensible a la acidez de esta fruta.
¡Muy importante! Jamás abriremos el horno entre la primera media hora o tres cuartos. Si rompemos el proceso de horneado en esos minutos, nuestro bizcocho de yogur puede venirse abajo y no volver a subir.
El bizcocho de yogur es una alternativa mucho más natural y saludable que la bollería industrial que continuamente atrae a los más pequeños (y no tan pequeños). El mejor truco para concienciar a los niños y adolescentes a alimentarse con comida casera y sin aditivos artificiales es implicándoles en la elaboración de recetas que son fáciles para ellos bajo nuestra supervisión. La receta de bizcocho de yogur es quizás uno de los ejemplos más claros, pues los pequeños pueden hacer paso a paso todo el proceso de elaboración.
Acompañado de un buen vaso de leche y una fruta con un bizcocho casero, ya tenemos una buena merienda para toda la familia, un tentempié para media mañana o un postre ocasional para después de la comida. Esperamos que lo disfrutéis mucho, ¡preparándolo y comiéndolo!