Si hay algo que apetece cuando las temperaturas suben es comer alimentos fresquitos y que nos hidraten. ¡Y si hay una gastronomía que sabe de esto, es la andaluza! En su momento ya lo pudimos comprobar con la receta de salmorejo cordobés, y hoy vamos a enseñarte cómo se hace el gazpacho andaluz tradicional, que es uno de los buques insignia de la cocina del sur. ¡Indispensable para pasar la temporada de calor y muy sabroso!
El gazpacho es una sopa fría perfecta para los meses calurosos elaborada con varios ingredientes como aceite de oliva, vinagre, agua, tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo.
Muchas veces, cuando se busca una receta de gazpacho no se encuentra la receta tradicional, sino interpretaciones con otros ingredientes o distintos modos de preparación y acabamos sin saber cómo preparar un auténtico gazpacho. Por eso, en Central Lechera Asturiana hemos apostado por la receta tradicional, la de verdad, la de toda la vida.
Empezamos lavando bien todos los ingredientes del gazpacho para después quitarles la piel. Es importante sobre todo eliminar la piel y las pepitas al tomate, ya que sino la textura del gazpacho podría no resultar como nos gustaría.
Cortamos los tomates, les sacamos la pulpa con las semillas y dejamos solo la carne.
Los ponemos en el vaso de la batidora junto con el resto de los ingredientes del gazpacho: el pepino, el pimiento verde, los ajos pelados y el agua.
Trituramos todo muy bien, haciendo que los ingredientes se incorporen hasta lograr la textura deseada, que no debe ser ni muy líquida ni muy espesa. Debe quedar de manera parecida a un puré.
A continuación, añadimos un chorrito de vinagre de Jerez a la mezcla para darle un toque especial.
Y ahora llega el momento clave: elegir entre incorporar el pan dentro de la propia preparación o preparar unos ricos picatostes para acompañar nuestro gazpacho tradicional andaluz.
Si elegimos la primera opción, tenemos que añadir al vaso de la batidora, junto con el resto de ingredientes del gazpacho, una cantidad de miga de pan y volver a batir todo hasta que se mezcle bien.
Si elegimos la segunda opción, empezaremos cortando la miga de pan en daditos pequeños. Cubrimos una sartén con aceite de oliva y la ponemos a calentar.
A continuación, picamos un poco de ajo y perejil fresco y los añadimos al aceite cuando esté caliente, pero no demasiado. ¡Con cuidado de que no se nos tueste mucho ni se nos queme!
Cuando el ajo empiece a estar dorado, añadimos los cubitos de miga de pan y los freímos hasta que se tuesten. Los sacamos del aceite y los ponemos a escurrir en un plato con un trozo de papel de cocina.
Ahora pasamos la mezcla por un colador, añadimos sal al gusto y lo metemos en la nevera un par de horas para que se enfríe. Así, todos los sabores y aromas se mezclarán .
Por último, añadimos un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra para darle el toque de sabor definitivo y mejorar la textura. ¡Prepara tu gazpacho andaluz tradicional y disfrútalo!
Para pelar tanto los tomates como el pimiento podemos utilizar un pelador o hacerles unos cortes superficiales a la piel, como en gajos, y escaldarlos durante medio minuto en agua hirviendo.
Nunca pongas el aceite de oliva al triturar los ingredientes del gazpacho, ya que provocarás una emulsión, como en el salmorejo.
Utiliza siempre tomates maduros, ya que le darán más sabor y color a nuestro gazpacho andaluz.