¡Las ensaladas no son aburridas! Existen combinaciones infinitas y podrás ir variándolas en función de lo que más te apetezca cada día.
La ensalada que te presentamos hoy es perfecta para cualquier momento del año. Hidrata, da vitalidad, protege la piel, mejora la digestión y encima aporta pocas calorías. ¿Puede ser mejor?
Prepara esta ensalada de rúcula, salmón ahumado y manzana y triunfa. Es súper fácil, rápida, diferente y original para acompañar cualquier plato o incluso para comerla sola. Las distintas texturas que se mezclan en este plato y sus sabores intensos te conquistarán. ¿Te apuntas?
Lo primero que haremos será lavar bien con agua fría nuestras hojas de lechuga, la rúcula, las judías, la cebolleta y la manzana.
A continuación, ponemos todo a escurrir para eliminar el exceso de agua.
Después, ponemos a cocer las judías en un cazo con agua y sal unos 10-15 minutos para que estén hechas, pero se mentengan firmes.
Cortamos un poco con las manos las hojas de lechuga para que no sean demasiado grandes.
Colocamos las hojas cortadas en un bol grande.
Seguidamente, colocamos también la rúcula y los tomates secos (cortados si fuesen muy grandes).
Cortamos la manzana por la mitad, le quitamos el centro y la cortamos en láminas finas desde el tallo hasta la parte de abajo.
Cortamos también la cebolleta en brunoise fina y las lonchas de salmón ahumado en trozos pequeños.
Añadimos al bol que ya tenía la lechuga y la rúcula el resto de ingredientes.
Por último, aliñamos con sal, aceite de oliva y vinagre, ¡y listo!
Prepara una vinagreta con vinagre balsámico, aceite de oliva, sal y un poco de mermelada de frutas. ¡Te sorprenderá!
Si te gusta más el atún, prueba a cambiarlo en lugar del salmón. Ambas opciones están buenísimas.
Si no vas a comer tu ensalada en seguida, ponle un poco de limón para que la manzana no se oxide.