Con los meses otoñales llega un alimento maravilloso para incorporar a nuestras recetas: la calabaza.
La calabaza es un vegetal con un alto contenido en agua, y nos alimenta sin aportar a penas calorías. Es una buena opción para elaborar platos diferentes e incorporar más vegetales a nuestra dieta, que son indispensables para una alimentación equilibrada.
Esta receta de tosta de calabaza es una opción saludable y ligera para una cena deliciosa o para preparar como entrante para una comida especial. Además, es súper fácil de preparar y está ¡riquísima! ¿Te animas?
Para empezar a preparar nuestra tosta de calabaza, empezamos por pelar y picar la cebolla en juliana bastante fina. En una sartén con aceite de oliva la ponemos a pochar a fuego lento hasta que esté bien tierna, casi transparente. Cuando esté lista, añadimos el vinagre y el azúcar y removemos bien para que se caramelice. Cuando esté dorada, la retiramos del fuego y reservamos.
Por otro lado, ponemos en un cazo la nata y la calentamos sin que llegue a hervir. Le añadimos el queso Cabrales cuevas de Molín Central Lechera Asturiana y removemos bien para que se deshaga y se vayan fundiendo los sabores. Añadimos las nueces picadas, removemos para que se incorporen todos los ingredientes y reservamos la crema apartada del fuego.
Cortamos la calabaza en rodajas, sin piel y la cocinamos en el horno previamente precalentado a 180º durante unos 20 minutos, hasta que esté tierna pero no se deshaga. Aprovechamos el horno para tostar las rebanadas de pan y cuando esté lista la calabaza y nuestro pan tostado preparamos el plato poniendo el pan, la salsa de queso y nueces, la calabaza tostada y la cebolla caramelizada por encima. Decoramos al gusto ¡y a comer!
Cuando pongas al horno la calabaza, añádele hierbas aromáticas para darle más sabor. Puedes utilizar romero, eneldo, laurel, tomillo...
Añade un chorrito de vino blanco a tu crema de queso para darle un toque espectacular.