Desde el punto de vista nutricional, los productos lácteos constituyen uno de los pilares de la alimentación, gracias a sus propiedades. Entre los derivados lácteos más importantes encontramos el yogur, producto que presenta una gran densidad nutricional y que está reconocido como marcador de calidad en la alimentación.
Por otra parte, unos hábitos saludables y, entre ellos, el seguimiento de una alimentación variada y equilibrada es imprescindible para poder obtener los nutrientes necesarios para el máximo crecimiento y desarrollo individual, y este hecho es aún de mayor importancia en el caso de los niños.
El yogur, es una leche fermentada, considerada como un alimento probiótico que contiene un alto contenido en calcio y proteínas de alto valor biológico. Esos dos nutrientes son imprescindibles para el correcto desarrollo y maduración de la masa ósea en esta etapa de vida. Un aporte óptimo de calcio en las tres primeras décadas de vida es fundamental para adquirir una masa ósea adecuada y conseguir un pico de masa ósea adecuado que puede contribuir a disminuir el riesgo de padecer osteoporosis en la edad adulta. Además, la proteína que aporta es de alta calidad, se obtiene todo lo esencial para que el metabolismo funcione bien y que el crecimiento muscular sea optimo durante el crecimiento.
Adicionalmente, el yogur aporta hidratos de carbono que son utilizados como fuente de energía para el organismo y sus funciones son tanto metabólicas como nerviosas.
Como alimento probiótico contiene bacterias beneficiosas y enzimas funcionales que pueden ayudar a mejorar funciones básicas metabólicas, como es la digestión y la absorción y asimilación de los nutrientes. Una mejor absorción de nutrientes como las grasas, proteínas, vitaminas y los minerales puede conducir a cubrir con mayor facilidad las ingestas necesarias y, por lo tanto, conseguir un óptimo crecimiento y mejor desarrollo en los niños.
El yogur aporta también micronutrientes como vitaminas y minerales que son de mayor importancia en esa etapa, ya que la mayoría participa en procesos fisiológicos y forman parte de moléculas, hormonas y enzimas esenciales para la vida. Entre las vitaminas más destacadas se encuentran las vitaminas A, D, E, K y del grupo B, y entre los minerales destacando el alto contenido de calcio, proporciona también potasio, magnesio zinc y fósforo.
Otro nutriente de gran importancia en esa etapa, que se obtiene en menores proporciones con el yogur, es la grasa. Los lípidos de la grasa tienen funciones muy importantes en el organismo. Son elementos principales en la estructura de las membranas celulares, y ayudan a la mejor absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). Algunos de estos lípidos incluyen ácidos grasos que el ser humano no puede sintetizar, como los ácidos linoléico y linolénico. Estos ácidos grasos desarrollan una actividad importante en el sistema nervioso.