Asturias, 19 de julio de 2021.
En verano llegan los viajes, las vacaciones, las reuniones con amigos y familiares… Y es en ese momento cuando solemos dejar un poco más de lado nuestra alimentación. Durante esta época del año, resulta fundamental continuar llevando una alimentación saludable, con especial atención en la hidratación y en recuperar las vitaminas y las sales minerales que perdemos por la sudoración.
Por ello, consumir leche y productos lácteos durante el verano es la mejor manera de mantener una alimentación saludable también durante esta época estival.
La leche y los productos lácteos nos aportan parte de los nutrientes que nuestro cuerpo necesita cada día. La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), recoge datos de numerosos estudios que manifiestan lo beneficiosos que son los lácteos, entre ellos la leche, ya que cubren las necesidades de hidratación, energéticas y nutricionales a las que hay que prestar especial atención en verano.
Los expertos recomiendan una ingesta de 2 a 4 raciones de lácteos al día.
Dos razones de peso para consumir lácteos en verano
Buena hidratación. Durante los meses más calurosos, debido a la sudoración, perdemos una cantidad importante de agua, además de muchas sales minerales necesarias para nuestras actividades rutinarias. La leche contiene entre 88 y 91 gramos de agua por cada 100 gramos y supone además una fuente de vitaminas, como la A, D y E, y de minerales, como el calcio o el magnesio, entre otros.
Ayuda a conciliar el sueño. El calor nocturno impide a muchas personas conciliar el sueño en verano. Por ello, un vaso de leche antes de acostarse puede ayudar a dormir. La leche y los productos lácteos contienen triptófano, un aminoácido esencial que promueve la liberación de la serotonina y que ayuda a regular el sueño, tan importante para nuestro día a día.