Los pastos y los cultivos de los que se alimentan nuestro ganado ayudan a mantener nuestro entorno natural, son una protección natural contra los incendios y un sistema que respeta la biodiversidad.
Respetamos la biodiversidad
Ganaderías integradas en el paisaje natural de Asturias
Los ganaderos de Central Lechera Asturiana son guardianes activos del medio ambiente. Sus ganaderías son un patrimonio natural que lleva toda la vida en manos de las mismas familias, de generación en generación. Su trabajo está en la naturaleza y han aprendido a cuidarla como nadie. Cada día son más sostenibles porque utilizan energías renovables, respetan la biodiversidad y conviven en armonía con especies salvajes y autóctonas, como pueden ser el urogallo, el corzo o la nutria.
Y la mejor prueba de su sostenibilidad es que son perfectamente capaces de trabajar en Espacios Naturales Protegidos incluso en Reservas de la Biosfera, como Eo, Oscos o Picos de Europa sin alterar su delicado ecosistema natural.
Ganaderos y agricultores
Forrajes 100% naturales y huertos de autoconsumo
Nuestros ganaderos también son agricultores porque para mantener la óptima calidad nutricional de la leche, es necesario complementar la alimentación a base de forrajes. Por eso, cultivan maíz y ray-grass con los que aseguran la alimentación natural de las vacas y una leche de la máxima calidad.
A estos cultivos se unen las huertas de autoconsumo que las familias ganaderas mantienen para disfrutar de una alimentación 100% natural. Esta forma de vida y la agricultura de cercanía ayudan a configurar el paisaje, mejoran la calidad de la tierra y preservan el medio ambiente. Son un mecanismo de acción por el clima porque compensan emisiones de CO2 .
Protección contra incendios
Guardianes del paisaje y de los montes
Los ganaderos que dieron origen a nuestra marca son los jardineros de Asturias, los guardianes de su paisaje y de sus montes. La actividad ganadera ayuda a eliminar la biomasa que sirve de combustible en los incendios forestales y ellos son los propietarios o concesionarios del uso de los montes que rodean sus ganaderías. Mantienen los montes limpios de matorrales y se encargan de la repoblación forestal, conservando especies autóctonas de elevado valor ecosistémico, como el castaño, el roble o la encina, que junto con los prados y zonas de cultivo, previenen los incendios y configuran el paisaje en un nuevo ejemplo de mecanismo de acción por el clima.